Rodeados de otras mentiras y adormecidos por los fichajes de decenas de millones de euros, menos que otros años pero igualmente escandalosos; a los que acompañaran los habituales y garrafales errores arbitrales; y por las inacabables declaraciones de los protagonistas de esta enorme comedia de enredo que es el fútbol profesional en España, se deja a un lado la absoluta falta de competencia que existente.
En la jungla de los clubs de Primera División, para no alargar en demasía los argumentos, no hay comparación posible entre los Presupuestos que manejan el Real Madrid y el Barcelona, en torno los dos a los 500 millones de euros por temporada, y los de los modestos Rayo Vallecano, Osasuna, Elche o Getafe, que siempre andan en torno a los cincuenta, por aquello de poner los ejemplos que aparecen por el pelotón de los pobres.
Si sumamos el " dinero" que tienen para gastar Madrid y Barcelona comprobaremos que tienen más Presupuesto entre los dos que los otros 18 juntos. ¿ Se puede competir así de verdad.?. No, asistimos año tras año a un juego con trampa en el que hay dos actores principales y el resto es comparsa, por mas que muy de vez en cuando surja el fogonazo inesperado de los segundones como el Atlético de Madrid, el Valencia o el ....( pongan el nombre de los que han ganado la Liga en estos últimos 30 años).
Sigamos con el juego que se permite desde los órganos rectores, ya están españoles, europeos o mundiales, que en todos ellos existen unas cúpulas que manejan y muy bien el " negocio" de la exaltación multitudinaria. De los 20 clubs de Primera División, dejando fuera a Real Madrid, Barcelona, Osasuna y Athletic de Bilbao, se desprende una deuda con la Hacienda pública que supera los 500 millones de euros. Y con la Seguridad Social se acerca a los 17 millones. Cifras que serían imposibles de soportar y mantener en cualquier otro sector y no digamos en cualquier otra empresa.
El oscurantismo hacia los aficionados, hacia los seguidores, hacia los socios de los clubs, en particular, y a la sociedad en general, es total. Sus cuentas son " secretos de estado" celosamente guardados por las autoridades deportivas y por los directamente afectados, con la Federación a la cabeza. Y cuando arrecian los temporales siempre aparece el Ayuntamiento de turno o la Autonomía de turno que le hace un " favor" al club del que se trate y le " regala" un terreno para que especule y cuadre las cuentas.
Sólo las fichas de las estrellas de los grandes clubs, aunque estemos en época de “rebajas” y de traspasos para hacer caja ante las inversiones en super estadios, como es el caso Del Real Madrid, o de deudas casi imposibles de pagar, como es el caso del Barcelona, superan los Presupuestos conjuntos de las dos terceras partes de los Clubs de Primera. Ejemplos de los mas " caros" y a los que en teoría más se les exige a la hora de " trabajar y triunfar" en el campo de juego. La realidad suele ser otra pero no a presidentes, ni a entrenadores, ni a representantes les interesa mover las aguas por debajo no sea que les lleguen a sus respectivos cuellos.
Conscientes de ello y de la dificultad creciente para cuadrar sus cuentas anuales a Florentino Pérez y a Joan Laporta se les “ocurrió” crear la Superliga europea, que no sólo les ayudaría a sumar ingresos, también a alejarse de la insoportable tutela de los organismos nacionales y federativos, que son más parásitos que otra cosa. Tebas y Ceferín pusieron el grito en el cielo y amenazaron con sanciones. La Justicia les ha quitado la razón a los “funcionarios” y deja todo como estaba. Habrá que ver por cuánto tiempo.