Sólo tiene un rival de importancia, el actual alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, al que apoyarían de forma “obligada” tres ex alcaldes de esa localidad como son Manuel de la Rocha, José Quintana y Manuel Robles, que han mantenido el dominio del PSOE en ese municipio desde las primeras elecciones de 1979.
La última declaración de la Delegada del Gobierno en la Comunidad, Mercedes González, que se suma a la de la alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse, dejan bien claro cuales son las preferencias de Pedro Sánchez y de la dirección federal del partido.
En el palacio de La Moncloa, los encargados de mantener el control del partido, sobre todo en Madrid, junto a la vicesecretaria general y ex portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, son el “rescatado” jefe de Gabinete, Oscar López, y el ex concejal y actual Director general del Departamento de Relaciones Institucionales, Ivan García Yustos, un hombre que ha estado trabajando en estos dos años con Ivan Redondo pero que a diferencia del ex-jefe de gabinete siempre ha sido un hombre de partido.
Los cambios en los grupos parlamentarios del PSOE en el Congreso con el canario Hector Gómez y en el Senado con la catalana Eva Granados, junto a la dimisión de Pepu Hernández com o concejal del Ayuntamiento de Madrid confirman la voluntad de Sánchez de “modelar” el futuro PSOE a su imagen y semejanza. Renovación y control para alejarse tanto de los que le apoyaron en su lucha por la Secretaría General como de los que aún mantienen “vínculos sentimentales” con el ex presidente Felipe González.
Entre los grandes Ayuntamientos del Sur de la Comunidad estarían con Javier Ayala el de Alcorcón, con su alcaldesa Natalia de Andrés al frente, y el de Getafe con Sara Hernández. Se les sumarían los municipios más pequeños, pero con fuerza insuficiente para imponerse al candidato “oficial”. La posición del ex-secretario general Rafael Simancas aparece en el centro del tablero interno, pero pocos dudan de que se inclinará por el candidato del presidente.
Desde Moncloa tienen muy claro que no quieren que dentro del PSOE se repita la imagen que está dando el PP tras la aplastante victoria autonómica de Isabel Díaz Ayuso el pasado mes de mayo, con claro distanciamiento de la dirección nacional de Pablo Casado y Teodoro García Egea. El presidente no quiere “sombras” a su alrededor pensando no sólo en los dos años que quedan de Legislatura, sino en el Congreso Federal y en su propio futuro al frente del socialismo español.
Sánchez se lo ha hecho “saber” de forma directa a los aparentemente barones socialistas más díscolos o independientes de Ferriz, como pueden ser el castellano manchego garcía Page, el valenciano Puig, el aragonés Lambán o el extremeño Fernández Vara. Todos ellos se han ido plegando a las exigencias del líder tras expresar discrepancias hacia las actuaciones del Gobierno, sobre todo cuando se han agudizado los enfrentamientos internos del Gabinete con los representantes de Unidas Podemos.