ECONOMIA

Tardará, pero llegará

José Manuel Rodríguez Poo, presidente del INE.
José Manuel Pazos | Martes 28 de septiembre de 2021

Se habrá cruzado, al menos, con el titular, pero por si acaso le recuerdo que el INE ha corregido su primera estimación de crecimiento de la economía española en el segundo trimestre desde un 2,8% hasta un 1,1%. Un error poco común, por su mucho bulto. Flaco favor a la ciencia económica que hasta ahora se equivocaba con el futuro, pero, hacerlo de este modo con el pasado…

Ya sabemos que hay historiadores de la ciencia de muchas campañillas que no consideran la economía como ciencia, pero al menos hasta ahora no podía reprocharse a los economistas su sobresaliente capacidad de explicar con todo detalle porque las cosas no han ido como habían previsto.

En pocos meses

El severo ajuste afecta sobre todo al consumo, a la inversión y a las importaciones, y obligará a revisar a la baja las estimaciones de crecimiento para 2021, resultando que, entre los países de nuestro entorno, además de ser los que más hemos caído con la pandemia, somos los más lentos en recuperarnos.

Pero mantengamos la fe en el INE, porque el en CIS ya hace tiempo que la hemos perdido. Si todavía hemos de creer en ellos, y creemos, los indicadores adelantados del tercer trimestre han sido muy buenos y los de septiembre están yendo por similar camino, de modo que no tardaremos más allá de unos pocos meses en recuperar los niveles prepandemia. No vamos a especular si en 2021 como defiende el Gobierno, o a principios de 2022, pero por ahí deberían de ir las cosas.

Por aquí puede venir un susto

Menos sorpresas vinieron de la Reserva Federal, que esencialmente confirmó que va a ir cerrando el grifo. Se cree firmemente que será a partir de noviembre, para cerrarlo definitivamente antes del próximo verano, lo que resultaría en un cierre más temprano del que ejecutaron en 2014.

A pesar de eso, los mercados no están demasiado alineados con las estimaciones de los miembros de la FED, y cotizan tipos futuros por debajo de los que se deducen de la nube de puntos mediante la que los miembros de la FED nos hablan de sus expectativas. ¿Se debe eso a que los mercados tienen más claro lo que va a ocurrir que los sabios de la Reserva Federal?

Puede ser por varios motivos, pero podemos resumirlos en dos. O bien la Reserva Federal teme estar llegando tarde y salta al agua para alcanzar un barco que ya partió, algo que los mercados no perciben, y ojo porque aquí puede venir un susto; o resulta ser algo más sencillo y que tiene que ver con que no todos los que ponen puntos en la nube, votan, y entre los que votan, el sesgo alcista puede ya no estar tan claro.

Frenos y divisas

Que la economía global está frenando su ritmo, es evidente, y aunque el crecimiento es todavía considerable, la lista de engranajes de freno que están en marcha o se van a ir activando, no es menor. La inflación es una, porque como dice el clásico, es el mayor impuesto de los pobres, asalariados en general.

Otra son los impuestos, porque ya se habla del abismo fiscal, que entraría en juego a partir de mediados de 2022 y de lleno, el año siguiente. Añadamos China, que sin duda va a moderar su crecimiento. Y estos si están echando el freno, empezando por los promotores.

No hace falta que quiebre Evergrande, que quebrará. Es sencillamente que el Gobierno ha establecido los límites de apalancamiento, y eso rompe con los hábitos del pasado. Para compensar, China dejará que el yuan se debilite, y esto arrastrará a otras divisas asiáticas. El dólar intentará defenderse, y como suele ocurrir, algunas patadas se las llevará el euro, que finalmente, y a su pesar, tendrá que apreciarse. Tardará, pero llegará.