ECONOMIA

Recesión

Emmanuel Macron y Vladimir Putin negocian sobre Ucrania.
José Manuel Pazos | Lunes 21 de febrero de 2022

En periodo de descuento para la primera subida de tipos de interés en EE.UU. en este ciclo, los mercados apenas acaban de empezar a incorporar la crisis con Rusia. El precio de la energía en Europa es la gran inquietud.



En el seguimiento que The Economist hace de los términos que crecen o decrecen en su publicación, y que utiliza como aviso temprano de las inquietudes dominantes, seguro empieza a emerger el de “recesión”. Prominentes economistas están haciendo referencia a su probabilidad creciente, y en algunos casos como el de un exgobernador de la Reserva Federal la cifra en o por encima del 50% a finales de 2023. La propia portada de The Economist de la semana pasada bajo el título “¿Qué pasaría si los mercados financieros colapsan?”, nos acerca a ello.

Paz olímpica

El domingo 20 finalizaron los Juegos Olímpicos de invierno. Es el fin de la paz olímpica que primero el COI, y después la Asamblea de Naciones Unidas, instó a cumplir a sus miembros. En el conflicto de Ucrania ya hemos tenido la semana pasada rupturas del alto el fuego en las zonas más calientes del conflicto, aunque “con bandera falsa” según los norteamericanos, que siguen insistiendo en que la invasión es cuestión de días.

Con lo que debemos contar es que no va a remitir, y mientras los mercados parecen estar admitiendo sin grandes picos de tensión el tránsito a la normalización monetaria, no podemos decir lo mismo sobre el grado de asunción de las consecuencias de un escenario de guerra híbrida o militar/técnica como la califica el líder ruso.

Sencilla y útil

Volviendo al riesgo de recesión, en particular en EE.UU., tenemos en la observación de la curva de tipos de interés y su pendiente, una herramienta sencilla y útil para evaluar lo que los mercados piensan acerca de ese riesgo.

Simplificando, la diferencia entre los tipos de los bonos a 2 y 10 años. Una curva normal, en términos históricos, puede considerarse cuando el diferencial está cerca del 1%. Que sea mayor o menor nos sirve para interpretar las asunciones del mercado. Desde luego si está en negativo, pero también si evoluciona en esa dirección, significa que el mercado incrementa el riesgo de recesión.

Al comenzar el año la diferencia estaba ahí. Ahora está más cerca de 40 pb. y va a seguir viéndose afectada por el discurso, y ya pronto, por la primera elevación de tipos que tendrá lugar en apenas cuatro semanas, ¿25 o 50 pb? Hoy, los mercados, tienen descontado mucho. Cabe que incluso más de lo que cabría considerar, pero poco de las consecuencias de un enfrentamiento entre Rusia y Occidente en el plano militar y las posteriores sanciones.

Energía cara mucho tiempo

Las implicaciones de una escalada del conflicto en los precios de la energía tienen sobrado potencial de alterar de forma significativa el cuadro macroeconómico general por medio de los precios y de los tipos de interés.

A su través, los tipos de cambio. Europa no tiene, ni a corto y ni a medio plazo, capacidad de sustituir el suministro ruso (40% del total) y para Rusia, cuyas exportaciones a Europa suponen el 75% del total, tampoco es neutral. Puede dirigirlas a China e India, pero eso precisa mucho tiempo.

La lógica indicaría que no es de interés para las partes iniciar un proceso de acción/reacción que culmine en una crisis energética, de disponibilidad y de precios, que arrastraría, en particular a Europa, a una situación completamente distinta a la que los mercados tienen descontado.

Todos pierden, pero unos (Europa) más que otros (Rusia). Los precios de la energía, aún en un conflicto limitado, van a seguir siendo altos mucho tiempo. Habrá que seguir lo que incorpore y anuncie la pendiente. Ahora, muy dependiente de Rusia.


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