El presidente francés Emmanuel Macron es el único dirigente europeo que mantiene abiertamente contactos con Vladimir Putin con la intención de lograr la paz en Ucrania, a pesar de que el mandatario norteamericano, Joe Biden, sigue con su política de llevar hasta el límite su campaña casi personal contra el presidente ruso.
Macron, que se encuentra en plena campaña electoral para su reelección, sigue defendiendo que un acuerdo con Rusia es posible, mientras el resto de líderes europeos, incluido el español Pedro Sánchez, han optado por el silencio o por seguir, casi a ciegas, la estrategia de la Casa Blanca.
“He optado por mantenerme en contacto tanto como pueda con el presidente Putin, para buscar, sin descanso, convencerlo de que deje las armas”, afirmó Macron en su discurso a los franceses del 2 de marzo, y ha seguido en esta línea de buscar el diálogo y la cooperación con su homólogo ruso para poner fin a la guerra en Ucrania.
El 10 de abril se celebrará en Francia la primera vuelta de las elecciones presidenciales y el 24 la segunda donde se comprobará si los votantes galos apoyan o no a su presidente. También el candidato de la izquierda. Jean-Luc Mélenchon, coincide con la idea de mediar a toda costa y ha lamentado que la Unión Europea haya decidido proporcionar el armamento necesario para una guerra ya que esto “nos convierte en co-beligerantes. Se pone en marcha una espiral. ¿Con qué legitimidad? ¿Cuándo decidió esto nuestro parlamento? ¿Por qué rompimos lo que el propio comisario Borrel calificó de "tabú en la historia de la Unión", a saber, "no suministrar nunca armas a los beligerantes"?”
Por el contrario, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha multiplicado las actitudes agresivas contra Vladimir Putin y en su visita a Polonia lo llamó un "carnicero", que "no puede permanecer en el poder". Desde prácticamente su entrada en la Casa Blanca, Biden no ha ahorrado adjetivos peroyativos contra el presidente ruso al que ha llamado "matón puro" y "un dictador asesino".
No hay que olvidar, como hacen algunos de sus enemigos políticos republicanos, que el hijo de Biden, Hunter, tuvo importantes negocios en Ucrania que fueron utilizados por Donald Trump en su campaña electoral, por lo que no se puede descartar en el conflicto ucraniano motivos más personales, además de que los demócratas siempre han achacado a al ex presidente republicano el haber recibido ayudas de Rusia para ganar en las elecciones de 2016 a Hillary Clinton.
A pesar de la aparente conformidad de todos los miembros de la Unión Europea con la Casa Blanca hay algunas discrepancias que pueden estallar en cualquier momento, como ha ocurrido cuando Pedro Sánchez ha reclamado, junto a Portugal, poder saltarse la normativa sobre energía para lograr bajar el precio de la luz en la península ibérica, o la negativa de Alemania a cortar el suministro de gas que recibe de Rusia, e incluso las reticencias polacas a que Estados Unidos utilice sus aviones o sus bases militares para enviar ayuda militar al gobierno ucraniano.
No es lo mismo apoyar la guerra contra Rusia desde Italia o el Reino Unido, que hacerlo desde Finlandia, Polonia o Turquía por mucho que Biden prometa la intervención norteamericano en apoyo de la Unión Europea en el marco de la OTAN.