Algunos de los datos de la última encuesta de la Población Activa, correspondiente al primer trimestre de 2022 parecen extraños e inusitados, como que haya Comunidades donde disminuye extraordinariamente el paro y al mismo tiempo se destruyen tantos o más empleos. El caso más raro es el de Andalucía donde 45.900 personas salieron del paro a pesar de que en el mismo tiempo se destruyeron 30.000 empleos
El paro en España ha subido en 70.900 personas en el primer trimestre de 2022, hasta situarse en 3.174.700 con un incremento del 2,28% respecto al último trimestre del año anterior, pero con grandes diferencias regionales, ya que mientras en Andalucía han logrado reducir el desempleo en 45.900 personas, en la Comunitat Valenciana en 37.900, en la de Cantabria en 2.900 y 1.200 menos en Cataluña, en la de Madrid ha crecido con 68.500 parados más, seguida por Illes Balears (23.100) y Canarias(15.500).
En el resto de la Comunidades ha habido aumentos más moderados del paro: Aragón (7.400), Asturias (8,500), Castilla y León (9.100), Castilla la Mancha (9.000), Extremadura (400), Galicia (6.000), Murcia (3.200), Navarra (1.900), País Vasco (2.600), La Rioja (1.200), Ceuta (1.900) y Melilla con 500 parados más que el trimestre anterior.
En un trimestre con pocos alicientes para el turismo dado el mal tiempo y con una Semana Santa que discurrió muy tarde, en abril, sin contar el brutal crecimiento de los precios y la guerra de Ucrania, no solo aumentó el paro sino que se destruyeron 100.200 puestos de trabajo, dejando el número de ocupados en poco más de 20 millones (20.084.000).
Sorprende, sin embargo la disparidad entre los datos positivos de regiones con costa como la valenciana y la andaluza –y algo la catalana- y el gran incremento del desempleo en las islas. Mención aparte merece el caso de Madrid donde más de 60.000 personas han perdido su empleo.
Existen también otros datos que merecerían alguna explicación mayor, como el hecho de que en Andalucía el paro se reduzca en casi 50.000 personas y al mismo tiempo sea una de las regiones donde más se destruyó empleo, con 32.000 ocupados menos.
En Cataluña disminuye también el desempleo en 1.200 personas, pero se destruyen 40.9800 empleos, mientras que en la Comunidad de Madrid se destruyeron solo 5.600 empleos, pero el paro aumento en casi 70.000 personas. Es difícil de entender estas disparidades.
Parecen más lógicas las cifras de otras comunidades, como que en el País Vasco donde se perdieron 3.800 empleos y aumentó el paro en 2.600 personas.
El propio caso de la Comunitat Valenciana donde el paro se redujo en 37.900 personas muy parecido al número de empleos creados, 39.900. Son cifras más homogéneas y asimilables.