Martes 21 de octubre de 2014
El secretario general de los socialistas madrileños esta convencido de que Alfredo Pérez Rubalcaba, el actual líder del PSOE, no será el candidato de su partido en las elecciones generales de 2015. Es más, junto a sus más fieles, tiene la convicción de que la actual Legislatura nacional no llegarà a su término y que Mariano Rajoy tendrá que adelantar la cita con las urnas, y que podrían coincidir con las municipales y autonómicas de mayo de ese año.
Su duda, su gran duda, es si lanzar su candidatura a nivel nacional antes de conocer el calendario que el presidente del Gobierno ponga en marcha en razón de la crisis económica y su solución o su agravamiento. Tomás Gómez tiene la legítima ambición de conquistar La Moncloa y para ello tiene primero que convencer a los suyos de que es la mejor de las opciones para que el socialismo vuelva al poder. Sus antiguos apoyos a Carmen Chacón han cambiado y los últimos enfrentamientos entre el PSOE y el PSC han dejado aún más tocada a la ex ministra de Defensa en sus deseos de suceder a Rubalcaba.
Su otra alternativa es mantener su futuro inmediato ligado a la Comunidad de Madrid, en la que la desaparición de las " listas" de Esperanza Aguirre y de Alberto Ruiz Gallardón, proporciona buenas perspectivas al resto de las formaciones políticas, tanto al PSM como a Izquierda Unida y a UPyD, que ya esta recogiendo el desencanto de muchos votantes del PP sobre todo en las zonas tradicionales de votos de los populares.
Dentro del socialismo español, en estos momentos, no existen líderes claros que sustituyan al debilitado secretario general. Chacón ha bajado muchos enteros, lo mismo que Patxi López tras los malos resultados del PSE en Euskadi. Y no parece que José Antonio Griñan desee otro protagonismo que el de mantenerse al frente del gobierno andaluz. Es verdad que Gómez cosechó el peor de los resultados en la Comunidad de Madrid, pero a su favor está que la derrota era en buena parte producto del castigo a Rodríguez Zapatero y que sus rivales, junto a Jaime Lizavestky, eran los más fuertes que se podían encontrar en las filas del PP.
En los comicios de 2011, el socialismo madrileño solo consiguió 16 alcaldes de los 179 que estaban en juego, mientras que el PP se hacía con la brutal cifra de 147, más del 60 por ciento de los sillones consistoriales que estaban en juego. Una diferencia que la dirección de los socialistas cree que va a cambiar de forma radical en la siguiente convocatoria, sobre todo por los problemas que los populares tienen en algunos Ayuntamientos como Lganes, Alcalá de Henares, Alcorcon e incluso Getafe, por mencionar sólo algunos de los más grandes de la Comunidad.
La gran baza de Gómez, en el caso de que las elecciones municipales y autonómicas se celebrarán antes que las generales, sería una victoria o el logro del gobierno regional gracias a los apoyos que recibiera de Izquierda Unida, con las dudas que siempre suscita la cambiante formación de Rosa Díez, hasta ahora más proclive a apoyar al grupo que más votos y representación obtenga en cada autonomía o ayuntamiento. Eso cree que esta a su alcance y de ahí su deseo de desmarcarse lo más posible d Pérez Rubalcaba, al que no cree capaz de remontar en las encuestas pese a la caída de Rajoy y del PP, y ofrecer a los electores un perfil más a la izquierda y más duro en sus críticas a las medidas de gobierno, sobre todo en lo que afecta a los recortes sociales.
Para poder moverse con libertad dentro de su partido, Tomás Gámez y su guardia pretoriana, en la que sobresalen los ex alcaldes de Alcorcon, Enrique Cascallana, y de Fuenlabrada, José Quintana, dos pesos pesados dentro del socialismo madrileño, no han dudado en aplastar el menor signo de disidencia interna allí donde se ha producido, proponiendo y apoyando nuevos liderazgos fieles a la dirección como ha sido el caso de Getafe, el mas sonado, donde el antiguó alcalde Pedro Castro ha dejado de ser referente en ese Ayuntamiento en favor de Sara Hernández, si bien ninguno de los dos ha podido frenar la creciente importancia y dominio del actual alcalde del PP, Juan Soler, que se maneja como pez en el agua en medio de los enfrentamientos internos de sus grupos rivales.
Gómez podría encontrar inesperados apoyos en los restos del guerrismo madrileño, aquel que comandara el díscolo y " poético" José Acosta, y que luego ha intentado gobernar Rafael Simancas. Si bien el secretario general del PSM se distanció y hasta se enfrentó a ese ala de su partido, la necesidad se convierte en virtud ante la posibilidad de recuperar poder y puestos de decisión, y en eso están los antiguos alcaldes de los grandes municipios del sur de la Comunidad.
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