NACIONAL

Juegos de mesa para ganar la partida final a Pedro Sánchez

Raúl Heras | Viernes 27 de mayo de 2022

Europa se ha llenado de países peones dentro del peligroso juego que están disputando sobre el tablero de Ucrania los presidentes Vladimir Putin y Joe Biden. Cada pieza que se “ comen” influye en el resto y ambas están dispuestos a dar jaque mate al oponente a la menor oportunidad.



Uno y otro, me recuerdan la conversación que me trasladó en sus tiempos de ministra de Defensa María Dolores de Cospedal tras uno de sus viajes a Washington. Una explicación de la política exterior norteamericana desde finales de la II Guerra Mundial.Hoy se puede aplicar a la guerra de Ucrania pero también a la larga batalla electoral que nos espera a los españoles.
Es más que posible que en sus tres reuniones con su colega norteamericano nuestra ministra como titular de Defensa escuchara más de una vez la teoría que explicó en público el ex presidente noramericano Dwight Eisenhower un 7 de abril de 1954.
De general a “ generala”, James “Perro loco” Mattis le habría detallado lo que significa en política la teoría del dominó. Hace sesenta y cuatro años la aplicaron con dedicación, esmero y mediano éxito los políticos estadounidenses al margen del color político que les había llevado a la Casa Blanca.
Se trataba entonces, como ahora, de parar la expansión del comunismo, ficha a ficha, país a país. Eran los tiempos de la Guerra Fría y el Pacto de Varsovía anudaba todo lo que era la Unión Soviética y el resto de países que estaban más allá de la Alemania dividida.
Para evitar que más fichas ( países ) cayeran en aquel dominó mundial, tanto los Secretarios de Estado como los de Defensa USA organizaron diversos “corta fuegos” que impidieran que la ideología marxista pasara de un país a otro.
Lo hicieron en Asia y en Latinoamérica y el resultado global de la operación global que ha llegado a nuestros días es el que podemos ver en cualquier mapa político: el dominó se ha invertido en Europa, con el “contangio inverso” hacia el Este hasta llegar a la mismísima Rusia postcomunista; se ha conseguido un empate en Asia, salvando a Japón e India como grandes objetivos; y en la América hispana asistimos a una montaña rusa en la que el socialismo y el liberalismo, o lo que son la derecha y la izquierda se alternan en el poder.
Esta puede que haya sido la “clase de historia” que la secretaria general del PP transmitió a los suyos ante el escándalo del master de una Cristina Cifuentes que hoy, con las remodelaciones de la cúpula del PP, parece” resucitar” de aquellas viejas cenizas, y el evidente contagio que se estaba extendiendo por las entrañas del partido en la Comunidad de Madrid y en algunos despachos de la sede nacional.
No se trataba tanto de defender a la presidenta madrileña, que también y desde el primer momento, como de evitar que tras esa primera ficha del dominó político cayeran las demás. La historia demuestra que por no hacer caso de las enseñanzas de Martis el PP de Mariano Rajoy comenzó a perder posiciones y fichas hasta transformar el dominó en un apasionante ajedrez de blancas y negras.
De cara a mayo de 2023 las de las cinco Comunidades Autónomas que siguen gobernando los populares tras el derrumbe de 2019, o las 19 capitales de provincias o los 3000 Ayuntamientos.
El ejemplo que el general americano le puso a la por entonces ministra y secretaria general del PP sigue con plena validez.
Para Feijóo el princpal adversario ya no es Albert Rivera, es Santiago Abascal, y cada triunfo que éste obtenga, cada ficha de dominó que derribe, causará un daño irreparable en las expectativas electorales del PP, en cualquiera de las citas con las urnas que se van a celebrar en España.
Ya no se trata de “contener” la expansión del comunismo de los años 50 del siglo pasado, se trata de evitar que el empuje en las encuestas que tiene VOX se cobre piezas concretas en el juego de las fichas, que el “efecto dominó” como entretenimiento para ver hasta dónde se puede montar el mismo ( en más de 120.000 piezas está el record ) no se aplique a la política.
Enfrente de la teoría del dominó está la de la cirugía que defiende otros ilustres compañeros suyos, tanto desde gobiernos autonómicos como los de Galicia, Castilla y León, Murcia, y sobre todo Madrid, como desde el propio puente de mando del PP.
Sin olvidarnos de que en la Comunidad madrileña los populares se juegan mucho más que una victoria asegurada para Díaz Ayuso dentro de unos meses, tras la abultada victoria de 2021 sobre la izquierda en general y el PSOE en particular.
El dominó político se comienza a jugar dentro de un mes en Andalucía y Juanma Moreno hace la apertura de un juego con mate al rey Sánchez que la nueva dirección de los populares quiere lograr a base de “ comerse” torres autonómicas y alfiles municipales. Las fichas irán saliendo y transformando el dominó en ajedrez. Al fin y al cabo los dos son juegos de astucia, constancia y capacidad de sacrificio.

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