Si el comisario Villarejo es como un pozo sin fondo en el que han vertido sus aguas negras gran parte de los poderes políticos y económicos de este país, el dúo formado por Julián Carreras y Joaquín Moya- Angeler, desde el Fondo de inversiones británico Palamon, puede que sea otro pozo en el que buscar una explicación a lo que ha sucedido, sucede y va a suceder en Indra.
Habría que preguntar a Louis Elson, su fundador en 1999, si puso este nombre a su empresa londinense de inversiones “Palamón” por el dios Júpiter, cuando aceptó ser vencido por Hércules, o por uno de los personajes de “Los dos nobles caballeros” de Shakaspeare. a veces la literatura se une a la historia para explicar el presente y pronosticar el futuro.
Sea cual sea la respuesta, lo que nos importa a los hispanos de 2022 es uno de sus fichajes estrellas, Julian Carreras, el español que controla las inversiones del Fondo en nuestro país y que, con sus cinco idiomas y su paso por Goldman Sachs y McKinsey (sempiternos proveedores de ejecutivos en este país) une a uno de los grandes amigos de Jordi Pujol, Felipe González y sus hijos respectivos , Pablo y Josep, con el que fuera presidente de Prisa, Javier Monzón, los Eres de Andalucia en la larga etapa del socialismo de Chaves y Griñan, y hasta el viaje al mundial de futbol de Sudáfrica en el Gulfstream G 200 para ocho pasajeros que terminó comprando en 2015 Cristiano Ronaldo por seis millones de euros ( era de tercera mano ya que nuevo vale 20 millones) y que en estos días a puesto a la venta por un millón más de euros.
A veces a los aviones de los ejecutivos con cargo a las empresas los carga el diablo y el escándalo del Gulfstream pudo ser el detonante que acabara con el presidente de Indra y amigo personal de Felipe González al acusarle de haberlo comprado sin permiso de los órganos rectores de Indra. Otro más de los rumores y falsas noticias que se usan como puñales en la capital del Reino. Monzón no compró, se limitó a alquilar el jet con un mínimo de horas de vuelo al año.
Para que no estuviera parado, el alquiler para diez pasajeros podía hacerse a razón de seis mil euros por hora. Lo mismo que hacía en su época la sociedad que formaron los primos Albertos. La lista de usuarios de este lujo aéreo es muy larga, desde Antonio Brufau al desaparecido Manolo Jové.
Ambos (Javier Monzón y Joaquín Moya-Angeler) fueron compañeros de viajes en Indra y responsables de las fusiones que salvaron a Europraxis, GNubila, Oyauri y Tagua Capital de la ruina. Siempre bajo la confortable “ carpa roja” del Santander, que por algo era el primer banco de España.
Ex presidente y ex consejero le ganaron a la empresa tecnológica hace un año el pleito por el que se jugaban un bonus de siete millones y medio de euros. Otra clave para entender la guerra subterránea de estos días. Lejos queda la operación de un edifico en Málaga, construido con dinero público ( 4,8 millones de euros) concedido por el Ministerio de Ciencia y Tecnología bajo el mando de Cristina Garmendia, que se terminó alquilando a Indra por 22.000 euros al mes.