La presidenta madrileña tiene más opciones de conseguir la mayoría absoluta ( 68 escaños ) que perder el poder, y si le faltara algún escaño en la Asamblea autonómica allí estará Rocio Monasterio para prestarle los asientos de Vox que necesite.
En la última cita con las urnas, desaparecido Ciudadanos con Ignacio Aguado, los 65 escaños conseguidos por Ayuso sumaron más que los de todo el bloque de izquierdas junto. Más que los 24 de Gabilondo, más que los 24 de Mónica García, más que los 10 de Pablo Iglesias. Desalojarla del despacho de la Puerta del Sol se presenta ante los socialistas como una meta imposible.
Nada que ver con la Alcaldía de la Capital. José Luís Martínez Almeida ha ido perdiendo fuerza a lo largo de la Legislatura, justo lo contrario que su compañera del Partido Popular. Con uno o una candidata adecuada el PSOE podría dar la sorpresa y compensar la previsible derrota en la Comunidad. Incluso Sánchez podría ofrecer la Alcaldía a Más Madrid en la persona de Rita Maestre, la sucesora de Manuela Carmena, partiendo de los últimos resultados electorales de 2019.
Es lo que está buscando y no es fácil. Tiene que ser una persona conocida, con peso social, que forma tandem con Juan Lobato y que reciba el beneplácito - para posteriores negociaciones - de la otra izquierda. No basta con el título y el puesto que tenga en estos momentos, ministros incluídos. Puede que se tenga el nombre o el trio de nombres pero falta el el sí de esa persona, que tendrá que arriesgarse a recibir una derrota de las mismas proporciones que recibió Pepu Hernández y que dejaron al PSOE de la capital como cuarta fuerza política.
¿ Qué hará la superviviente de Ciudadanos y vicealcaldesa, Begoña Villacís ?. Puede encabezar una lista perdedora, con menos de los once concejales conseguidos pero que ayuden a Martínez Almeida a intentar un tripartito con la suma de Vox, o pasar directamente a integrarse en las filas del PP y pensar en otro futuro dentro del partido de Núñez Feijóo, que estaría encantado de tener a “otra líder” que compitiera desde la misma derecha con Isabel Díaz Ayuso. El futuro de las elecciones generales y el propio futuro del PP se va a escribir en Madrid y en mayo.
Pedro Sánchez y Juan Lobato, al que eligió para dirigir a los socialistas madrileños por encima de la actual Delegada del Gobierno, tienen,al mismo tiempo, que “convencer” al resquebrajado grupo que se presentó bajo las siglas de Unidas Podemos y Más Madrid que dejan a un lado las luchas personales de Yolanda Díaz con Ione Belarra e Irene Montero y remar en la misma dirección. Eso o buscar un trasvase de votos, un “robo” en las urnas que coloquen a esa X al frente de la opción de izquierdas.
En los cuarenta años de Gobierno de la Comunidad de Madrid, que se cumplirán dentro de ocho meses, la izquierda sólo habrá ejercido el poder en los doce primeros mientras que la derecha del PP lo habrá ejercido en el resto. Ganó Joaquín Leguina y perdieron todos los demás. Ruíz Gallardón, Esperanza Aguirre, Ignacio González, Cristina Cifuentes, Angel Garrido y así hasta Díaz Ayuso. Con escándalos y dimisiones por medio el PP se ha mantenido al frente de los distintos Gobiernos, ya fuera con mayoría absoluta o con ayuda de otros.
En el Ayuntamiento de la Capital, por el contrario y desde 1979 a 2022, las cosas son distintas. Con Enrique Tierno y Juan Barranco el PSOE gobernó los primeros diez años para luego dejarle la vara de alcalde al ex ministro de Defensa y hombre de confianza de Adolfo Suárez, Agustín Rodríguez Sahagun durante dos años. El record de permanencia en la Casa de la Villa lo tiene su sucesor, el popular José María Alvarez del Manzano, con 12 años, seguido del hombre puente entre Ayuntamiento y Comunidad, un comodín que utilizó Aznar para ganar cuatro batallas, dos en cada escenario, Alberto Ruíz Gallardón, que terminaría siendo ministro de Justicia antes de abandonar sus sueños presidenciales.
Su sucesora, Ana Botella, la mujer del presidente Aznar se estrenó en la gran política convirtiendose en la alcaldesa madrileña durante cuatro años, con otra mujer de sucesora que en nada se parecía a élla. La juez a Manuela Carmena encabezó la lista de la izquierda radical y consiguió desplazar a los dos grandes partidos a puestos secundarios. Todo parecía indica en 2019 que repetiría victoria haciendo lo mismo que está haciendo en este 2022 la vicepresidenta Yolanda Díaz, colocarse por encima de las siglas y encabezar su propio grupo y obligando al resto de sus antiguos compañeros a seguirla.
Tuvo la desgracia de que, desde la derecha, aparecieran Santiago Abasl y Vox, y desde el centro, Ciudadanos e Inés Arrimadas. Resultado: José Luís Martínezx Almeida se convirtió en el actual alcalde y candidato a dirigir, bajo las órdenes de Pablo Casado, el PP de la Comunidad de Madrid. Tampoco se contó, esta vez desde el centro neurálgico de la derecha española, con una de las mayores sorpresa que ha dado la política en este país: Isabel Díaz Ayuso. El resto es conocido y es el resquicio por el que Pedro Sánchez quiere que “ se cuele” su X para ganar el palacio de Cibeles. Difícil pero posible, al igual que pasa en el resto de los grandes Ayuntamientos de la Comunidad.