LA APRECIACIÓN DEL DÓLAR
El Tesoro ve como su cuenta en la Reserva Federal merma a paso acelerado. Le restan menos de 70 MM cuando a comienzos de año tenía cerca de 500 MM. Hay división de opiniones, y mientras los pesimistas buscan refugio, los optimistas tratan de aprovechar el rendimiento extraordinario con el que se negocia la deuda del Tesoro a muy corto plazo; la directamente afectada en caso de impago. Con todo, el mercado ha ido ganando en confianza sobre un acuerdo, sin reparar en exceso en cuáles serán sus términos, porque las consecuencias de cualquier acuerdo siempre serán mejores, y es que, al fin y al cabo, nadie sabe muy bien ni que pasaría, ni cómo habría de prepararse en otro caso.
Una de las consecuencias de este tono optimista, -más por necesidad que por convicción-, está siendo la apreciación del dólar, porque en ello convergen aquellos que pretenden estar a mejor recaudo, con los que tratan de aprovechar la tensión de la cercanía a la fecha en la que la cuenta del Tesoro pasaría a números rojos.
Después de mucho tiempo sin una corrección que pueda considerarse tal, hasta los "animal spirits" de los especuladores se despiertan, y apoyados en las rupturas en los gráficos de canales de varios meses que favorecían al euro, y de soportes que le daban apoyo, encuentran argumentos para sumarse y reforzar esta emergente tendencia. Si se asoman a los fundamentales, ven como el mercado deja de pensar en un recorte de tipos en EE.UU. que incluso muta en efímera expectativa de alza, al tiempo que las últimas semanas de datos más flojos en Europa, no permiten apuestas que vayan más allá de las dos alzas de 25 pb ya descontadas. Nos referimos a esta posibilidad a comienzos de mes, más como un riesgo que como una previsión, y ha tardado poco en manifestarse.
NI LARGA NI PROFUNDA
Cuánto puede durar esta fase, y hasta dónde puede llevar al dólar es la pregunta que procede, porque la otra, la importante, la de si esto supone un punto y aparte en la depreciación que ha venido acusando en los últimos meses, en poco se ve alterada por situaciones circunstanciales. Atendiendo a lo inmediato, el dólar está en una fase de corrección alcista que será corta y no demasiado profunda.
Por dar una referencia sencilla, más como riesgo que como probabilidad, podría llegar a 1.05. Más allá de esta situación circunstancial, y aún desde una posición de liderazgo que difícilmente se verá pronto amenazada, está inmerso en un proceso de medio y largo plazo de progresiva pérdida de confianza que tiene muchos padres, y que, entre otros, van desde la pérdida de prestigio por las dificultades de su gobernabilidad, hasta las consecuencias de decisiones como la incautación de las reservas rusas. Tampoco en esto la merienda es gratis.