INTERNACIONAL

El interés de los BRICS

Javier Fernández Arribas | Jueves 07 de septiembre de 2023

El puro interés económico no es suficiente para construir una comunidad que permita a los países miembros un desarrollo y una prosperidad que resultan muy complicadas de alcanzar en solitario. Lo que ocurre con el supuesto apogeo de lo denominado BRICS, la primera letra del nombre de los cinco grandes países que lo forman: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, es que algunos buscan el enfrentamiento frontal con los Estados Unidos y su posición de dominio económico y comercial en el ámbito internacional, más que medidas que realmente permitan un mejor desarrollo para sus economías.



La polarización actual del mundo por la pugna entre China y Estados Unidos por la hegemonía económica y tecnológica mundial y la invasión rusa de Ucrania provoca situaciones complicadas para aquellos que pretenden mantener buenas relaciones con los dos bandos. Podemos admitir que los beneficios económicos y comerciales pueden contribuir de manera sorprendente a limar diferencias ideológicas y políticas, pero en el medio y largo plazo se necesitan unos principios y valores comunes y compartidos para poder consolidar una relación que afecta a millones de seres humanos.

A nadie se le escapa que uno de los principales objetivos de los BRICS es conseguir mecanismos y herramientas propias frente al dominio ejercido por los Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El control de las instituciones financieras, de los organismos reguladores, de las rutas y reglas del comercio mundial y del dólar como moneda de cambio y referencia han colocado en una posición claramente ventajosa a la mayor superpotencia del mundo pero las últimas crisis financieras provocadas por diversas causas, algunas relacionadas con el enorme gasto en las guerras de Afganistán e Irak, han erosionado gravemente su liquidez, su eficacia, su operatividad y, en definitiva, su papel de gendarme mundial.

Un declive que ha arrastrado a Europa, con sus propios problemas añadidos, y que ha permitido iniciativas en el seno de los BRICS como la de intentar acabar con el dólar como moneda de pago en un sector tan relevante como el del petróleo. Los expertos consideran que todavía está lejos el día en que paguemos el barril de crudo en Yuans, pero observan con creciente preocupación el auge de una China sin fisuras políticas relevantes en el monolítico poder del Partido Comunista, aunque con desafíos económicos reseñables en sectores como el inmobiliario y en el menor crecimiento de su economía.

En el lado de enfrente, el populismo autoritario de personajes como Donald Trump crea una inestabilidad política e institucional que no contribuye en ningún modo a respaldar la posición de los Estados Unidos en otro conflicto como el iniciado contra la Rusia de Putin en Ucrania. Sufrimos una incertidumbre muy peligrosa.


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