En 2022, último año en que se dispone de datos completos, se produjeron en España 1.746 víctimas mortales de accidentes de tráfico, frente a los 1.533 ocurridos en el año anterior. En 2023 la cifra sigue aumentando y solo en los dos meses de verano, julio y agosto, diariamente fallecieron 3,8 personas en las carreteras de nuestro país.
También el número de peatones muertos aumenta, 348 en 2022 frente a 301 en 2021 y 260 en 2020, lo que muestra que en los núcleos urbanos no funcionan las medidas de límite de velocidad a 30 kms/hora ni otras medidas disuasorias.
“Estas cifras suponen una desgracia para todos y un importante contratiempo para las autoridades de seguridad vial pues en la Estrategia de Seguridad Vial 2030 se han comprometido a reducir a la mitad el número de muertes en accidentes de tráfico habidas en el año 2019. El aumento de 226 víctimas mortales en 2021 y el resultado de 213 víctimas mortales más en 2022, que ha supuesto casi un 14% de incremento anual, nos aleja de ese objetivo”, afirma Javier Larrea. presidente del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes (OPRA).
El 77% de los fallecimientos se ha producido entre los varones accidentados, lo que debería mostrar a las autoridades responsables de seguridad vial hacía dónde deben dirigir el foco de sus campañas de prevención.
En todas las edades ha aumentado el número de víctimas por encima del 10%, pero especialmente en las personas mayores de 65 años han aumentado las muertes por tráfico en un 27%. Esto también debería ser un indicador importante para enfocar las inexistentes acciones de prevención.
Un problema serio que tienen que analizar todos los agentes involucrados en la seguridad vial, de todas las administraciones y en especial en el ámbito local (departamentos de circulación y policías locales) es el aumento progresivo de los fallecimientos de peatones. En 2021 han aumentado en 41 los peatones muertos y en 2022 en 47, o sea un 15,6% más. Debería resultar alarmante que, de las 348 personas fallecidas en 2022, 195 de ellas tuviesen 64 años o más, lo que supone más de la mitad de las muertes, exactamente el 56%.
“No parece que nadie se esté dando cuenta de estos hechos. Desgraciadamente nuestras administraciones locales están anestesiadas con otros problemas y no prestan la atención adecuada a la prevención de accidentes en sus municipios” -afirma Javier Larrea. Para quien “lLa limitación a 30 km/h en las ciudades no parece que esté produciendo una sustancial reducción de víctimas. Habrá que pensar en otras medidas: ¿qué les parece si nos esforzamos más en la educación en seguridad vial a la población?”