INTERNACIONAL

Milei: de ultra liberal a dictador apenas hay 600 Decretos

Tur Torres | Viernes 29 de diciembre de 2023
El gran experimento ultra liberal en un país corrompído económica y políticamente por dentro y con el pueblo cansado de crisis sucesivas que lo han empobrecido durante décadas ha comenzado en Argentina de la mano de su nuevo presidente. Javier Milei está cumpliendo casi todo lo que dijo y todo de lo que no dijo. Quiere cambiar el país dándole la vuelta como a un calcetín con la excusa de que la corrupción de los dos grandes partidos, que se han alternado en el poder durante décadas, sólo se puede terminar dejando el Estado en manos de la misma persona, él mismo.

Es imposible no pensar en que el camino elegido por el inquilino de la Casa Rosada conduce a una Dictadura, sobre todo cuando quiere apropiarse de los mecanismos de control gubernativo que respecta el Congreso concentrando en su persona la facultad para privatizar a diestro y siniestro, cambiar el sistema electoral, y llegar al disparate de considerar las reuniones en la calle de tres o cuatro personas una manifestación no autorizada para, a continuación darle más poderes a las fuerzas de Orden Público para actuar contra ellas.
Todas las Dictaduras que han sido y son en el mundo aseguran que lo hacen por el bien del pueblo, de la Nación a la que ven en peligro. Y todas terminan saltándose cualquier control democrático y actuando contra ese mismo pueblo. Para no ir muy lejos de Buenos Aires se puede comprobar en la misma Argentina de Videla, en el Chile de Pinochet, en la Nicaragua de Ortega, y más lejos en la Alemania de Hitler, la Rumanía de Ceaucescu, la Rusia de Stalin, la China de Mao y así hasta el repaso que se quiera hacer dentro de la Historia con mayúscula. Siempre los que aseguran defender a su Patria y a sus ciudadanos se enquistándose en el poder y no quieren abandonarlo. Lo está haciendo Putin en la actual Federación Rusa; lo están haciendo las Monarquías del Golfo o la Siria de Al Asad en Oriente Medio, hasta llegar al genocidio que está utilizando Netanyahu en la Palestina ocupada bajo la excusa de acabar con los terroristas de Hamas. Siempre se encuentra un motivo para matar a los inocentes.
El presidente de Argentina conquistó el poder Ejecutivo por sus imágenes de libertador del pueblo tras décadas de gobiernos corruptos tanto a la derecha como a la izquierda. Trasladó a los argentinos la idea de que había que cambiar todo, pero se olvidó de decirles el final de la frase que utilizó Giuseppe do Lampedusa para inventar el “gatopardismo”, cambiar todo para que nada cambie, para que el poder real permanezca en las mismas manos y que tan sólo se transforme en las caras y siglas que lo representan.
Los más de 600 Decretos que Milei ha llevado al Parlamento argentino, como si de un Diluvio divino se tratara, logran que bajo el aguacero desaparezcan los efectos finales de la riada. Los ricos de dentro y fuera del país serán más ricos, pues comprarán todo lo vendible a precios de saldo, y el país saldrá más pobre pese a sus enormes riquezas. Lo pagará la clase media o los restos que queden de la misma y los argentinos se verán a sí mismo como presos de un sistema que les lleva lleva al mantenimiento de las enormes desigualdades con la excusa de su presunta liberación de un sistema que les ha salido corrupto.
Expulsar a los corruptos, llevarlos ante la Justicia, limpiar la Administración pública, introducir mecanismos de igualdad real era y sigue siendo una exigencia en Argentina, pero saltarse las bases de la Democracia como son la separación de los tres poderes que la conforman y querer aparecer como el gran salvador de la Patria es una fórmula que ya se ha visto y se han comprobado sus resultados a lo ancho y largo del convulso siglo XX y de los inicios de este XXI.
Concentrar en el poder Ejecutivo la mayor cantidad de poder real en detrimento del Legislativo y Judicial, recurriendo a la fuerza coercitiva que se adjudica al Estado para que la ejerza como elemento al servicio de la legalidad es un camino sin retorno, del cual sólo se sale volviendo a recuperar la esencia de la Democracia. Milei ya es un experimento a nivel global dentro de la América del Sur. De sus resultados a corto plazo dependerá de su extensión y utilización en otros lugares del mundo. No existe la Democracia autoritaria, ni el Autoritarismo democrático.

Noticias relacionadas