NACIONAL

Nada cambia en Galicia: Quinta mayoría absoluta para la derecha, quinta derrota para la izquierda

Raúl Heras | Lunes 19 de febrero de 2024
Miedos fuera para el Partido Popular, para Alberto Núñez Feijóo y para Alfonso Rueda en Galicia. Quinta mayoría absoluta con más votos que en 2020 y casi los mismos escaños. Aún falta por contabilizar el voto exterior, que también ha aumentado de forma muy notable y le puede dar al PP otro escaño más. La dividida izquierda sigue de derrota en derrota y se ha vuelto más nacionalista y menos socialista. Han perdido José Ramón Gómez Besteiro y Marta Lois, pero quienes han perdido de verdad son Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, y con ellos el actual Gobierno.



Los ciudadanos gallegos han castigado al Gobierno del Estado por el coste de la vida, por las pensiones trampas y sus escondidos impuestos, por la falta de médicos y enfermeros en la sanidad pública, por las tractoradas y el hundimiento del campo, por la amnistía a los levantiscos catalanes, por el mini narco estado que se ha forjado en Cádiz, por la injusta derrota del Celta de Vigo ante el Barcelona gracias a la venalidad arbitral, y también en la distancia por la posición de España en la guerra de Ucrania y en la guerra de palestina. Por todo. Por los que se merece y por lo que no se merece. Por el cansancio.
En Galicia se jugaba el primer partido electoral de este año. Lo ha ganado con comodidad, con mucha más comodidad de lo que se pensaba, el Partido Popular, que deja cada día más al desnudo la debilidad del maltrecho Vox de Santiago Abascal. La unión de la derecha española en torno a las siglas creadas por Manuel Fraga es un hecho. En toda España menos en dos territorios, el vasco y el catalán, las asignaturas pendientes de todos los dirigentes del PP.
Resistirá Pedro Sánchez al frente de su Gobierno el mayor tiempo posible pero si hubiera elecciones anticipadas por el abandono apresurado de sus socios, la mayoría absoluta de Núñez Feijóo estaría asegurada. Tan asegurada como la desaparición electoral de Podemos y de Sumar. La izquierda de la izquierda volverá a sus maximalismos y a su ortodoxia ideológica y dividirá sus menguantes votos mientras el siglo XXI camina por otros senderos. Yolanda Díaz, al igual que Pablo Iglesias, Iñigo Errejón o Irene Montero viven en una realidad paralela provistos de gafas de una realidad virtual que les hace incapaces de ver la auténtica España. En Galicia no han llegado n al dos por ciento de los votos.
Las cifras galaicas son tan apabullantes como los nombres que las han protagonizado. Desde 1981 la derecha ha ganado todas las elecciones, con cuatro mayoría de Manuel Fraga entre 1989 y 2001, otras cuatro mayorías absolutas de Núñez Feijóo y esta quinta con Alfonso Rueda. En esos 43 años la izquierda sólo ha podido gobernar en ocho y siempre en coalición entre el PSOE y el BNG. Galicia es diferente, al igual que lo son Euskadi y Cataluña. Las tres presionan desde el norte al resto de España, una fuerza que se equilibraba con las victorias y el poder socialista desde Andalucía. Ese equilibrio ha desaparecido. También en Levante. Apenas le queda a la izquierda el resquicio de la Castilla manchega. Una situación muy preocupante en los tiempos que llegan de mano de la realidad virtual y el caudillaje populista.
La victoria absoluta del PP en Galicia va a acentuar aún más las diferencias que existen entre Pedro Sánchez y el resto de sus socios, desde Sumar a Bildu, con Podemos, el PNV, Esquerra y el BNG dentro. Demasiados conflictos para un Gobierno que va a depender y mucho de lo que ocurra en las elecciones europeas de junio y más de quién ocupe La Casa Blanca a comienzos de 2025 tras las elecciones norteamericanas de noviembre. Un escenario en el que España va a sufrir “en diferido“ las recesiones técnicas de Alemania y Holanda y la más lejana del Japón. El mundo nada en tanto dinero ficticio que el mejor de los barcos que debería construir nuestro país es el del casco imposible, el del Gobierno de Unidad Nacional entre el PP y el PSOE, entre el PSOE y el PP.
Anécdota: lo de Democracia Orensana de Pérez Jácome tiene la misma importancia que lo de Teruel Existe o Soria Ya. Cualquiera de los tres necesita que no haya mayorías absolutas para sobrevivir.

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