Tur Torres | Jueves 09 de mayo de 2024
Dentro de tres semanas ,en el estadio de Wembley, el Real Madrid intentará ganar su decimoquinta Copa de Europa, lo que niingún otro club de futbol ha hecho y es muy difícil que lo consiga. El secreto del éxito está en los jugadores, en el entrenador, en los aficionados que empujan y empujan desde las grandes del estadio Bernabeu pero por encima de todo ello lo que aparece es la estructura empresarial que ha montado un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, que quiso dedicarse a la política desde las urnas electorales, hasta que descubrió que la gran política, la de verdad, la que define la imagen de un país se puede hacer y se hace desde un palco, convertido en uno de los grandes despachos del poder. Lo era con Santiago Bernabéu y dejó de serlo hasta que llegó Florentino Pérez, al que como presidente de un súper grupo empresarial no le tiembla la mano cuando cree que debe cambiar de equipos directivos. Los amigos son otra cosa.
El Real Madrid y su presidente son el mejor embajador que ahora mismo tiene España, les guste poco o nada a sus rivales de dentro y fuera de nuestro país. Las cifras económicas que maneja son mareantes, tanto en ingresos directos de las competiciones en las que participa como indirectos en cuanto a venta de productos asociados a la marca. Es más, ya no es sólo el segundo museo más visitado de España tras El Prado, ahora , desde esa mole metálica que se asemeja a una enorme tortuga o un animal prehistórico que estuviera hibernando, va a ser el mayor recinto de conciertos y espectáculos de este país nuestro. El de la cantante
Taylor Swift es uno de los mejores ejemplos.
Si fue Juan Palacios quien en 1897 puso en marcha el engranaje del futuro, serían los hermanos Juan y Carlos Pardos los que el 6 de marzo de 1902 lo convirtieron en el embrión de lo que es hoy. Se hizo mayor durante los 35 años que lo dirigió Santiago Bernabéu, antes de retirarse a Santa Pola, con sus seis Copa de Europa, y ha alcanzado su plena madurez con el también presidente del Grupo ACS y los otros 33 trofeos que llenan sus vitrinas. Números que narran la historia del equipo y de los útiles que resultan cuando de presentarse en otros países y otros torneos se trata.
Seis Copas de Europa que le sirvieron de carta de presentación a Florentino Pérez para comprar la constructora alemán Hotchief, presentarse en Australia y poder ofrecer las mejores credenciales del imperio de construcción y servicios que dirige, en todo el mundo.
Si la “suerte” en forma de derrota electoral le llegó al hoy presidente blanco en 1986 cuando organizó el Partido Reformista, de carácter liberal, con Antonio Garrigues como presidente, Miguel Roca como candidato y Rafael del Pino como financiador de la campaña; hoy su “suerte” la ha construido desde los ansiados asientos de la Directiva y de los aún más ansiado asientos del palco del Bernabeu, por el que han desfilado desde José María Aznar a Alfredo Pérez Rubalcaba. Aprendió el empresario Pérez que la discreción es muy buen camino para administrar el poder. Y además como buen hincha se divierte y gana. Wembley les espera a todos.
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