Si antes lo hacia mas en su condición de presidenta de la Comunidad de Madrid, e incluso ponía en marcha ideas y actuaciones que le han servido al gobierno de Pedro Sánchez y al presidente de su partido para testar el efecto sobre la opinión pública, sobre todo tras todo lo sucedido con la pandemia del Covid 19. Y la posición que la llevó a lograr una tranquila mayoría absoluta hace un año.
Con más comodidad, aprovecha su tirón mediático - que lo mantiene y se cuida mucho de que así sea frente a terceros - para lanzar propuestas de cambios de la vida política, en la legislación electoral y en la estructura y modo de elección dentro de los partidos que la convierten más que en " líderesa" en un auténtico " verso suelto", que les sirve de banco de primabas tanto a los suyos como a los hoy por hoy la oposición en la Comunidad de Madrid.
Para el líder del PP a nivel nacional, lo que tienen las medidas de Ayuso y su proyección en toda España, con amplio eco entre los ciudadanos es esa sensación de sentirse liberado para hacer y decir casi cualquier cosa, casi en cualquier sitio. Para bien o para mal de su partido, el auténtico "verso suelto" de los populares es la más eficaz sucesora de Alberto Ruiz Gallardón, de Esperanza Aguirre y de Cristina Cifuentes, tres dirigentes que aspiraron incluso a convertirse en los líderes del PP en toda España. Se cruzaron por medio Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo y el resto es historia pasado y futuro por hacer.
Es difícil y poco probable que las propuestas que planteó Aguirre durante sus mandatos, de listas abiertas electorales, retirada de las subvenciones a partidos, sindicatos y empresarios, disminución del número de parlamentarios en todos los Parlamentos, ya sean nacionales, autonómicos o municipales, y la total transparencia interna de los partidos, las intente poner en marcha su discípula.
Díaz Ayuso ya ha comprobado los riesgos que se corren si se va a mayor velocidad política de la permitida. Son muchos los intereses que se cruzan y muchas las voluntades que tendrían que sumarse a esas iniciativas, pero hay que saludarlas y apoyar las pues coinciden con las opiniones mayoritarias de los ciudadanos sobre esos temas. Bien es cierto que se le puede achacar con total justicia que esas posturas las mantenga ahora, que ya no esta en primera línea de gobierno, y no las haya plateado e incluso puesto en marcha cuando ocupaba el gran sillón de mando de la Puerta del Sol madrileña.
Hay que reconocerle a la actual presidenta - de ahí que la reclamen en otros escenarios como está siendo en estos días el catalán - un buen olfato para conectar con lo que se llama " la calle", el sentir de las gentes corrientes, de aquellos que se enfrentan cada día a los problemas del paro, los despidos, las hipotecas, las subidas del coste de la vida...ese don le ha permitido sobrevivir frente a los adversarios internos y externos que no han sido y son pocos, y algunos con mucho poder.
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Su mayor libertad de movimientos tiene la contrapartida de que el tiempo, el paso de los meses puede ir diluyendo su papel y la importancia de sus mensajes. Tanto por la aparición de otros competidores internos cómo pueden ser el andaluz Juanma Moreno Por eso, mantener su condición de presidenta del partido pese a los primeros intentos de dividir los cargos, tarea en la que apareció y desapareció el alcalde de la capital, José Luís Martínez Almeida, la llevó a salir triunfante frente al inicial de abandono de la dirección política nacional que ha estructurado Núñez Feijóo.
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.Quedan tres largos años para las próximas elecciones municipales en toda España y para las autonómicas en trece Comunidades. Un tiempo de luchas y de preparación para " coger" puestos en las listas y sobre todo en la cabecera de las mismas. Y si es difícil que el PP mantenga en la Comunidad de Madrid el inmenso poder del que goza en estos momentos, las batallas se darán de cara al gobierno regional, pero antes se resolverá la continuidad del poder interno en el partido.Y, por supuesto, las mil luchas en todas las esferas de la actividad pública en las que está enfangado el Gobierno de Pedro Sánchez, que escribió un “Manual de Resistencia” que parece protagonizado por la presidenta de Madrid.