Como Sánchez ha convertido la política española en un cambio de cromos, tras los resultados de las elecciones catalanas no sería imposible que el órdago que le ha dirigido Puigdemont al inquilino de La Moncloa tuviera finalmente más éxito de lo que podría parecer. A los partidos independentistas les faltan nueve votos para poder hacerse con la Generalitat, que son casi los mismos (7) que Junts prestó al PSOE para poder hacer su gobierno actual.
La misma noche electoral, Puigdemont le ha recordado a Sánchez que en Madrid no gobierna el partido que ganó los comicios del 23 de Julio de 2023, sino el que quedó segundo y que por lo tanto también podría ocurrir en Cataluña lo mismo para lo cual solo haría falta que Junts (35), ERC (20) y la CUP (4) se uniesen de nuevo y que Salvador Illa le prestase esos nueve votos –o que se los socialistas se abstuvieran en la investidura- que les faltan a los independentistas para llegar a la mayoría de los 68 que necesitarían para hacerse con la Generalitat.
Puede parecer un “boutade” del presidente catalán huido tras el referéndum del 1 de octubre de 2017 pero con Sánchez, un político que ha hecho de lo “posible” su mejor arma política, no habría que descartar nada. Pocos meses antes de los comicios de 2019 dijo que no podría dormir teniendo a Pablo Iglesias en el gobierno, y luego montó toda una parafernalia en La Moncloa para darle la bienvenida. No creo que Puigdemont le quite el sueño más que Iglesias.