Maillo al igual que Rego son más proclives a mantener los acuerdos con Sumar mientras que Aguilera y García Rubio estaróan más dispuestos a romper e incluso a presentarse por separado en las próximas elecciones europeas, en las que su representante, Manuel Pineda, ocupa el cuarto puesto en la lista que encabeza Estella Galan, una situación que ya causó un gran malestar en II por lo que consideraban un agravio por parte de Yolanda Diaz. La presencia de Irene Montero encabezando la candidatura de Podemos puede ser otro obstáculo para conseguir escaños en Estrasburgo.
De los 61 escaños que va a tener España tras la salida de Gran Bretaña de la UE prácticamente entre 45 y 50 los van a conseguir el Partido Socialista y el Partido Popular. Este último espera que la desaparición de Ciudadanos de la esfera política en España haga que los ocho representantes que tiene hasta ahora se pasen a las siglas de Alberto Núñez Feijóo y poder tener más eurodiputados que Pedro Sánchez. Esa es la batalla de los dos grandes, que parten de una ventaja del PSOE de exactamente los ocho que han sido del partido que encabezó Luis Garitano, hoy ya integrado en el área del PP.
La próxima gran batalla electoral, que se juega en muy distintos escenarios de los mque había en 2019 y también en el que existía en julio del pasado año en los comicios generales, va a obligar a Antonio Maillo a “adelantarse” a los malos resultados que se espera consiga Sumar. mantener los cinco que consiguió ese conglomerado de siglas, cinco eurodiputados se presenta difícil.
De confirmase la ruptura de IU con Sumar será inevitable y les dará la razón tanto a Alvaro Agullera como a Antonio García Rubio que aspiran a tener un diez por ciento al menos de representación en la nueva directiva de la formación, partiendo de que la mitad de los miembros le corresponderán a Maillo, quien a sus cincuenta y siete años ya ha recorrido y conocido todos los caminos internos que han ido construyendo en los últimos cuarenta años los herederos de Santiago Carrillo y Dolores Ibarruri, y sobre todo el nuevo espacio que creó Julio Anguita. Partir de 1986 y su transformación en Federación seis años más tarde, englobando bajo ese nombre desde el PCE a la Izquierda Republicana y la Federación Progresista hasta el extinto Partido Carlista que reivindicaba el trono de España para Carlos Hugo de Borbón. Historia ya vieja pero que explica las raíces del intento de Díaz con Sumar.