A la ex fiscal general de California y primera mujer negra en llegar a la vicepresidencia le espera otra lucha interna para convencer a los suyos de que ella puede derrotar en las urnas a Trump. Para recibirla, el expresidente Obama ni la ha menciindo en su despedida a Biden, al que ha felicitdonpor su sentido y responsabilidad al marcharse. Una señal de que las ambiciones son muchas y el puesto uno solo. Si Michelle Obama aspira a “suceder” a su marido la guerra democrata será corta pero muy dura.
El presidente que se va no quiere dejar “pesos muertos” a su espalda, sobre todo si llevan su mismo apellido. Podría haber renunciado antes y haber dejado a Kamala en su puesto pero eran muchas las dudas sobre su propio y familiar destino. Solventdo como parece ese problema lo que queda son cuatro meses de campaña electoral, con muchas dudas y un claro favorito. Las apuestas, que se traducen en millones de dólares de apoyos por parte de las grandes corporaciones empresariales y de Don tres tan anonimo comommultimillnriosmtendran que esperar y ver kasi ganan más o menos. Nunca pierden deltodo