En el lado opuesto, el lider de la oposición no puede aflojar la presión sobre el Gobierno a través de las mejores armas que posee en estos momentos y que tienen nombre y apellidos, desde la muy personal de Begoña Gómez y la suma de acusaciones que red a en sobre ella, hasta el comodín de todos los escándalos que es Victor de Aldama, el hombre que busca con su pacto con la Fiscalía no estar en la cárcel y minorar en lo posible el mayor de los escándalos que le persiguen, que es el IVA de los hidropcarburos, una presunta estafa de más de cien millones de euros a través de facturas cruzadas entre empresas para evitar el pago de impuestos. El resto de las a cusaciones, desde las mascarillas y su intervención en contratos de laa Administraciones y hasta en las negociaciones con Venezuela, nos han llevado a descubriri sus relaciones provlegiadas con los servicios de información nacionales e internacionales, con la CIA por medio.
La lista de “afectados” por las denuncias que inició Manos Limpias y que se ha ido extendiendo no para de crecer y sobrepasa, con mucho, las actuaciones que haya tenido la mujer del presidente. Dede las ayudas al grupo de la familia Hidalgo, con Globalia y Air Europa, al Instituto de empresa y la Universidad Complutense, con el añadido extremeño del hermano de Sánchez y su residencia en Portugal. El núcleo central es el mismo: José Luís Abalos, Santos Cerdán, Koldo Aguirre y Victor de Aldama, el resto son actores secundarios.
El ex ministro y el que fuera su más derecha, junto al actual Secretario de Organización del PSOE, representan el gran vínculo de los sumarios que se llevan desde el Juzgado de Instrucción 41 de la madrileña Plaza de Castilla al Tribnal Supremo. Lo que hagan en las próximas semanas los jueces Juan Carlos Peinado, Ismael Moreno, Santiago Pedraz y Leopoldo Puente serán esenciales para la marcha del propio asedio político. Tal vez el presidente del Gobierno tenga en más d una ocasión el deseo de abandonar y librarse de la presión constante a la que está sometido, pero es imposible que lo haga e incluso que muchos de los que le acompañan en la batalla se lo permitieran.
Las elecciones son el punto de llegada, con el calendario fijado en el mayo de 2027. Todos lo saben y con el paso de las semanas y meses, las estrategias electorales se irán perfilando. Sin moción de censura, ni de confianza, Sánchez aguantará, más por necesidad que por convicción. Tendrán que vigilar los o imbentor dentro de la izquierda que le acomaña en el Gobierno y fuera de él, y sobre todo lo que hagan los nacionalistas de Junts, Esquerra y PNV.
Los 120 escaños que posee el PSOE en el Congreso son un pequeño respiro, el menor de los que han tenido el resto de presidentes del Gobierno. Su habilidad y sus demostradas capacidades para negociar a varias bandas con formaciones tan ideológicamente separadas como las derechas independentistas y las izquierdas republicanos le han permitido llegar hasta este final de 2024. El Manual de resistencia sigue vigente y lo será durante los próximos dos años.