En todo el asunto de la trama Koldo-Abalos ha quedado en el aire una de las interrogantes más sabrosas de lo que de verdad ocurrió entre Pedro Sánchez y su número dos hasta ese momento, José Luis Abalos, para que le echara del gobierno, en julio de 2021 después de haberle defendido a capa y espada tras la crisis de la llegada a Barajas de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez e19 enero de 2020, solo una semana después de que se formara el gobierno Sánchez - Pablo Iglesias.
Se ha dicho y se ha comentado que hubo por medio un informe secreto, atribuido al CNI, en el que se detallaban algunas de las sospechas sobre las actividades del entonces poderoso ministro de Transportes, sin más detalles. Sería interesante saber si ese informe existió y si en él se hablaba ya del comisionista Víctor Aldama. Sería lo más lógico y normal visto ahora que Aldama colaboraba estrechamente con los servicios de información de La Guardia Civil y que había organizado, al menos, una cacería en España para agentes de la CIA.
Es también normal pensar que el Centro de Inteligencia español habría seguido e informado –e incluso colaborado- con Abalos y Aldama cuando éstos se reunieron en el sede socialista de Ferraz con el equipo de Juan Guaidó al que el Sánchez reconoció en febrero de 2019 como presidente de Venezuela y al que un año después rebajaba a “líder de la oposición” y finalmente dejaba tirado en la cuneta cuando prescindió de Abalos.
La evolución de la “operación Guaidó” estuvo directamente relacionada con las actividades internacionales de la trama Abalos. Aldama-Koldo y con la fallida visita de Delcy Rodríguez a España y en todo ello tuvo que haber no uno sino varios informes del CNI que habrían llegado o bien a manos de la ministra de Defensa, Margarita Robles, o al entonces jefe de gabinete de La Moncloa, Iván Redondo, que también fue defenestrado radicalmente en julio de 2021 junto a Abalos.
Existe una tercera pata de la encrucijada Abalos que explicaría su abrupta salida del gobierno y que añadiría un componente interno, un “fuego amigo”, que en la práctica política española es lo más usado para deshacerse de un competidor interno
Víctor de Aldama contó al juez del Tribunal Supremo que Koldo García quiso "partirle la cara al electricista de mierda" de Santos Cerdán, porque éste último se había enfadado contra Koldo por haberse entrometido en una supuesta trama del ahora secretario de Organización con unas constructoras, exigiendo que se le compensara. Al final, Aldama afirma que Koldo tuvo que entregarle 15.000 euros en un bar situado delante en la sede socialista de la calle Ferraz.
No es despreciable esta explicación que demostraría que las peleas internas en el seno del gobierno socialista habrían provocado en gran parte el estallido del caso Koldo, junto, claro está, a la actividad de la Guardia Civil en la investigación de la trama de la estafa a Hacienda de los hidrocarburos que tenía montada Aldama y que fue el hilo que llevó hasta Koldo y finalmente a Abalos.