NACIONAL

La guerra entre Yolanda e Irene por liderar a la izquierda

Rafael Gómez Parra | Miércoles 22 de enero de 2025
Todo comenzó cuando Yolanda Díaz decidió vetar la presencia de Irene Montero en las listas electorales de Sumar en julio de 2023. Aquello supuso la ruptura total de la nueva organización montada en torno a la ministra de Trabajo con el Podemos de Pablo iglesias. Fue un auténtica declaración de intenciones pero Yolanda no pudo acabar con Podemos que se quedó con cinco diputados y que en las próximas elecciones pretende batir a Sumar para recuperar el liderazgo de la izquierda.

Abandonada toda idea de “conquistar los cielos” o de dar el soprano al propio PSOE con lo que soñó Pablo iglesias en 2015 y fracasado su intento de controlar a Pedro Sánchez desde dentro del gobierno o de ganar a Isabel Díaz Ayuso en Madrid, el líder morado decidió montar su propio canal de televisión y retirarse de la política dejando a Irene Montero la tarea de recuperar el poder perdido y de vengar la traición de Yolanda Díaz.

El primer paso fue lograr la elección de la propia ex ministra de Igualdad como eurodiputada cosa que logró por encima del Candida de Sumar y ex dirigente de En Comú-Podemos, Jaume Asens. En el Parlamento Europeo, Irene Montero, ha desarrollado una actuación muy fuerte en favor de la causa palestina que ha dejado en evidencia la debilidad de Sumar en este asunto.

Pero lo que ocurre en Estrasburgo y en Bruselas tiene muy poco eco en España e Irene Montero se ha volcado en la presentación de su libro ”Algo habremos hecho” para reivindicar, por un lado, su etapa en el Gobierno de Sánchez y para tratar de volver a conectar con los antiguos simpatizantes de Podemos que se pasaron a Sumar. Muchas decenas de estos ex votantes se concentraron ante la Taberna Garibaldi propiedad de su marido, para defenderla de los posibles ataques de la extrema derecha después de que el ultra que dirige el grupo “Desocupa” amenazara con asistir al acto.

Con Irene Montero a la cabeza, Podemos ha vuelto a recuperar parte de su discurso inicial, acusando al PSOE de volver al bipartidismo con el PP tanto en vivienda, como en pensiones al mismo tiempo que reclama acciones más radicales contra Israel, amenazando a Sánchez con no votarle los próximos Presupuestos.

Por su parte, Yolanda Díaz trata de menospreciar las actuaciones de Irene Montero, a la que en petit comité acusa de intentar involucrar a Sumar y a Mas Madrid en la “Operación Errejón” por no haber defendido a las presuntas víctimas sexuales del entonces portavoz de la organización.

La vicepresidenta segunda sigue confiando en que sus éxitos en el ministerio de Trabajo, como las subidas del salario mínimo y la reducción de la jornada de trabajo le sirvan para mantener firmes a los votantes de izquierda que prefieren hechos concretos que manifestaciones revolucionarias.

El problema es que los empresarios han comenzado a protestar demasiado contra estas medidas y tienen cada vez más eco entre los miembros más liberales del gobierno, al mismo tiempo que partidos de derecha como PNV y Junts, socios de la investidura del mPSOE, tampoco están de acuerdo con esas medidas laborales.

Mucho más importante para Yolanda Díaz es el apoyo que puede recibir en las elecciones de Mas Madrid y de sus dos principales dirigentes, Mónica García, ministra de Sanidad, y Rita Maestre, portavoz en el Ayuntamiento madrileño, mientras tiene más dudas con En Comú, tras la marcha de Ada Colay, o de Compromís en Valencia. Por cierto que ha sido muy significativo que en la comparecencia de la actriz Elisa Mouliaá ante el juez para ratificar su acusación contra Errejón no se ha visto ninguna política de Sumar, Más Madrid, después de que en su momento prometieran que no iban a dejar solas en ningún momento a las víctimas de los acosos, a no ser que la propia Mouliaá haya querido ir solo con su abogado.


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