NACIONAL

Iglesias quiere “matar” a su heredera para ofrecer a Sánchez la “vieja izquierda”

Tur Torres | Martes 11 de febrero de 2025

Entre marzo y mayo de 2021 Pablo Iglesias dejó la vicepresidencia segunda del Gobierno presidido por Pedro Sánchez y la dirección de Podemos. Dos de sus grandes errores como político. En esos dos puestos dejó a Yolanda Díaz como heredera. Debió pensar que la entonces ministra de Trabajo, ex dirigente de la Izquierda gallega y militante del PCE era la persona indicada para mantener al entonces Unidas Podemos como tercera fuerza política a nivel nacional.



Profesor de Ciencia política en la Universidad no debió leer a los clásicos: el poder no se comparte y cada vez que ha existido un Triunvirato, uno de sus miembros ha matado a los otros dos. Yolanda Díaz no quiso que Ione Belarra e Irene Montero le fiscalizaran su futuro. Acabó con las dos y creó Sumar, primero un nombre, luego una coalición de partidos y formaciones de distinta envergadura y territorialidad, para intentar convertirlo en un único partido. Ella, la hoy vicepresidenta, también fracasó.

En diez años la llamada izquierda alternativa se ha quedado sin alternativa. Por separado en unas elecciones conseguirán muchos menos escaños de los que tienen actualmente. De los 31 pueden pasar a 10 o menos, que son los que tiene la marca Sumar. En Común perdería los seis que posee y puede verse obligado a escorarse hacia la izquierda independentista de la Cup.

Algo parecido le pasaría a Izquierda Unida, salvo que consiga una nuevo pacto con Podemos, pero sin llegar a los diez que suman en conjunto Antonio Maillo y el propio Pablo Iglesias, convertido en empresario audiovisual y tabernero castizo, que tendría por delante muchas conversaciones y complicados pactos para cuadrar las listas.

Sería difícil que Compomis pasara de un representante y lo mismo les pasaría a los grupos de Més en Baleares y a la Chunta en Aragón.

Si Pablo Iglesias comenzó a romper los sueños de la etapa universitaria de los fundadores de Podemos con su implacable poda de alternativas, hasta llegar a la de Iñigo Errejón, lo mismo le ha pasado a Yolanda Díaz pero en apenas tres años. ni el uno, ni la otra han mirado por el conjunto de la organización, se han preocupado de fortalecer su núcleo duro, bien con Ione Belarra,bien con Ernest Urtasun.


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