NACIONAL

Poli mala, poli buena, el juego de Sánchez para fortalecer a Díaz

Raúl Heras | Miércoles 12 de febrero de 2025
La escenificación fue perfecta. Yolanda Díaz, en su papel de vicepresidenta segunda del Gobierno y “poli buena” en su defensa del salario mínimo, aseguró que no se había enterado de la propuesta fiscal de María Jesús Montero, vicepresidenta primera del mismo Gobierno y “poli mala” al querer que los que perciban el SMI tengan que tributar a Hacienda dentro del IRPF. Dos millones y medio de personas en toda España a los que la subida, si tienen que trasladarla a sus impuestos apenas les proporcionará entre cien y trescientos euros más al año. En términos nacionales, la representada pelea entre la número dos y la número tres del Gobierno, se mueve en una media de 500 millones más de gasto para el Estado. Doscientos cincuenta por debajo, setecientos cincuenta por arriba, una minucia para un techo de gasto en este año se 195.353 millones de euros. En lenguaje de la calle, una mierda.

¿Es creíble que tras meses de negociación entre la titular de Hacienda y número dos del PSOE y la representante de Sumar y ministra de Trabajo, tras varias reuniones del Consejo de Ministros y tras una aprobación de la propuesta de la dirigente de la minoría en el Gobierno de coalición, en apenas unos minutos la responsable de la caja pública le haga llegar que esa pequeña victoria, conseguida con tanto esfuerzo, se va a grabar en cada declaración de la renta ?. ¿ Por menos de quinientos millones de euros anuales se arriesga Pedro Sánchez a una derrota parlamentaria, en una votación en la que pudieran coincidir todos los partidos frente al PSOE, incluida la coalición que se sienta en la mesa del Consejo de Ministros?. Parece imposible y lo es.

Habrá que buscar otra explicación que no sea la de los quinientos millones por la que habría que pagar, a una media del 20% , veinte millones. Si algo necesita el presidente del Gobierno es una batalla dentro del Gabinete por esa minúscula cantidad. Lo que necesita de cara a las futuras elecciones del 2027, como mucho, es que la izquierda que tiene a su izquierda no se hunda, que los 31 escaños que tiene en el Congreso al menos se mantengan y no se desplomen; y que la figura de Yolanda Díaz sea la que aglutine los votos y los escaños frente al rebelde Podemos de Ione Belarra,Irene Montero y Pablo Iglesias. Jugar a poli bueno y poli malo, con la narradora Pilar Alegría sentada frente a los periodistas es una de las peores ideas que hayan salido desde La Moncloa, por lo vista que está esa escena en cientos de malas películas de Hollywood.

Es mejor actriz la ya lider del socialismo andaluza y futura candidata autonómica para enfrentarse al popular Juanma Moreno y el papel de mala de la película le encaja como un guante, sobre todo por ser, además, la cara que vemos todos los españoles a la hora de pagar nuestros impuestos. Actúa con igual pasión desde su asiento en el Congreso que en los mítines de su partido o en las arengas a las puertas de la sede central del PSOE en la calle Ferraz. La mujer y dirigente política que mejor la conoce, Susana Díaz, que fuera su jefa en Andalucía, hasta defendería su candidatura a un Goya de la Academia española.

En el lado opuesto, la dirigente de Sumar, tendría complicada la nominación a mejor actriz de reparto, bien es cierto que su papel es más complicado de mantener a lo largo de toda una Legislatura, con 28 grupos y tendencias dentro de esa especie de Camarote de los Hermanos Marx que se ve obligada a padecer todas las semanas, sin que su fiel Urtasun le ayude en el papel de liderazgo.


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