Cuatro reuniones a varias bandas, cuatro citas entre Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca, dieron lugar a un cambio total en la estrategia de defensa de Cristina de Borbón.Tras el auto del juez Castro por el que se imputaba a la hija del Rey en dos delitos:
Blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública, el equipo de abogados que dirige Miguel Roca estudió y aconsejó a su clienta que era mejor no recurrir ante la Audiencia de Palma y presentarse a declarar ante el instructor del caso Noos lo antes posible, sin esperar a la citación del ocho de marzo.
Cristina de Borbón viajo desde su residencia en Suiza a Barcelona para tener la primera de las reuniones con Roca y Silva y el equipo de ambos juristas. Tras más de dos horas y de mantener los abogados conversaciones con el letrado de Iñaqui Urdangarin, Pascual Vives, uno de los componentes del equipo viajó a Palma a entrevistarse con el juez Castro, presumiblemente para hacerle conocedor de las decisiones de no interponer recurso a la imputación, como se hizo la primera vez hace unos meses, e intentar adelantar la comparecencia de la Infanta para no tener que esperar dos meses para la misma.
Tras su estancia en la Ciudad Condal, Cristina se trasladó al palacio de La Zarzuela, donde se reunió con su padre y con Miguel Roca para analizar los siguientes pasos a dar ante la Justicia y las distintas posibilidades que se abrirán a partir de la declaración en los juzgados mallorquines. Sobre la mesa estarán los antecedentes de otros casos parecidos en los que ni el Ministerio fiscal, ni la abogacía del Estado presentaron acusaciones y que terminaron con el archivo de la causa en la Audiencia Nacional. La llamada " doctrina Botín" sería el último de los baluartes en los que la duquesa de Palma encontraría refugio en caso de que la instrucción de Castro acabase en una vista oral con Cristina mirando al banquillo.
Se busca que la segunda de las hijas el Rey no tenga que seguir " sufriendo" hasta ese ocho de marzo y que pueda haber un nuevo pronunciamiento judicial de José Castro tras la declaración, que podría despejar de forma definitiva el futuro de Cristina dentro de toda la instrucción del caso Noos y las relaciones del instituto con la sociedad patrimonial de los diques de Palma. Es en Aizoon donde el juez cree que existen los posibles delitos de la Infanta al haber utilizado fondos de la misma para gastos personales y contratación del personal de servicio. Fuera de Noos, lo que tendría que hacer el matrimonio es regularizar su situación con Hacienda.
El cambio de estrategia puede explicar las declaraciones públicas del abogado Silva en la que defendía a la duquesa basándose en el amor y la confianza de ésta hacia su marido para no " mirar" la administración de la sociedad, ni el uso de la tarjeta de crédito de la misma y los gastos personales imputados a la actividad mercantil de Aizoon. Para llevar adelante este nuevo camino es fundamental que Iñaqui Urdangarin y su abogado estén al tanto de la misma, que acepten esa versión y coordinen su estrategia defensiva con la del equipo de Miguel Roca. Que sea creíble para el juez Castro es otro tema y lo vamos a comprobar en unos días.