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El Sistema implacable con sus antiguos palanganeros

Martes 21 de octubre de 2014

Ya lo contó Mario Conde en su libro “El Sistema” que escribió, de una sentada, cuando ese Sistema que le había encumbrado hasta la Presidencia del Banesto decidió arrojarle a los infiernos.



Alguien tenía que pagar los “platos rotos” de la primera gran crisis de la “casta” política, la que se organizó cuando se descubrieron las mafias empresariales criadas al calor del Gobierno de Felipe González, los Fondos Reservados de Interior o la guerra sucia de los Gal. Le tocó a él, que al principio ni se lo creía, pero el aparato del Sistema -Gobierno, Oposición, Rey, jueces, policía, banqueros, Televisión y Prensa, etc- le señaló como “víctima propiciatoria” y no tuvo peor final porque acabó comprendiendo que era mejor rendirse a tiempo.

Ahora, en esta nueva crisis del Sistema, alguien ha tocado el botón para que se abra la causa general contra los 86 consejeros y directivos de CajaMadrid que fueron titulares de las ya famosas tarjetas negras al fisco, de donde podían sacar el dinero que autorizaban Miguel Blesa y luego Rodrigo Rato. Como en el caso de Mario Conde no es que sean inocentes, pero como en el asunto del presidente de Banesto, su primera reacción es no creerse lo que les está pasando, a ellos que han sido obedientes (palanganeros decían antiguamente) con el Sistema y han estado tapando -al mismo tiempo que cobraban bien sus servicios- muchas de las grandes vergüenzas de sus jefes. Ahora ese Sistema ha decidido que paguen los platos rotos y si se oponen a cargar con las culpas de todo acabarán en la cárcel. Mientras tanto los más poderosos, los máximos dirigentes políticos tratan de salvarse de la quema y de que el fuego no pase del primer piso.

Los palanganeros eran los que trabajaban en los antiguos burdeles subiendo las palanganas con agua para que los clientes se lavaran.