Los dos líderes del PP y del PSOE saben que van a perder mucho del poder parlamentario que tienen, que dentro y fuera de sus partidos les acechan con la intención de sustituirles y que para salvarse y reformar la Constitución van a tener que aceptar aquello de "a la fuerza ahorcan". Durante los últimos 4 años los dos agrandes partidos ...
... que han controlado nuestro recorrido democrático desde 1977 no han querido modificar la Constitución. Tampoco han querido abordar unidos el problema de Cataluña. Tenían capacidad legislativa para hacerlo, un total de 295 parlamentarios, que eran exactamente 63 más de lo que exige el artículo 168 de nuestra Constitución.
Si las encuestas, todas las encuestas, que se han estado publicando aciertan en sus pronósticos ese escenario que hemos vivido entre 2011 y 2015 ha cambiado tanto que gane quien gane las elecciones del 20 de diciembre va a tener que recurrir a un " tripartito" en el Congreso si quiere cambiar la Carta Magna y adecuarla a los nuevos escenarios políticos y sociales que s e han abierto en España, con Cataluña en los primeros puestos.
En conjunto, Partido Popular y Partido Socialista pueden haber perdido entre setenta y noventa escaños, los mismos que han ganado Ciudadanos y Podemos. Las formaciones que dirigente Mariano Rajoy y Pedro Sánchez apenas dejaban 50 escaños en manos del resto, y en ese apretado grupo la mitad de la llevaban Convergencia i Unió e Izquierda Unida. Y si lo miramos de otra forma, por la adscripción a derechas e izquierdas de los partidos presentes en el Hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo, el centro derecha contaba con 210 asientos y el centro izquierda con 140, otras que han saltado por los aires si miramos los resultados electorales que han arrojado las municipales y autonómicas de este 2015, incluyendo por supuesto a Cataluña y Andalucía.
Si cogemos la última encuesta publicada, que es la de Gad3 para ABC, vemos que el PP no alcanza los 130 escaños, con lo que perdería 58 de los que obtuvo en 2011; y que el PSOE perdería otros 20, con un nuevo " suelo" histórico que amenazaria la propia estructura del partido y su futuro como alternativa de gobierno. Entre los dos, y de cumplirse ese pronóstico, se quedarían en 216 escaños por lo que para afrontar cualquier modificación constitucional tendrían que recurrir o bien a Ciudadanos o bien a Podemos, ya que buscar en el resto, entre nacionalistas, independentistas e izquierda radical sería una labor de difícil encaje.
Salvo que todas las cifras que se están dando salten por los aires en en este mes que falta para ir a las urnas, con acontecimientos y noticias inesperados como los atentados de París y sus consecuencias en toda Europa, el PP ganará las elecciones pero para que Rajoy obtenga la mayoría necesaria en el Congreso para ser investido va a necesitar a Albert Rivera o a Pedro Sánchez, con una gran diferencia entre estos dos últimos: mientras que el líder de Ciudadanos puede esperar, el secretario general de los socialistas no podrá mantenerse en su puesto con menos de cien escaños y una de sus escasas salidas puede ser la de " entrar" en un gobierno de coalición que se forme para afrontar la propia reforma constitucional, el reto de Cataluña y el resto de reformas que ya está exigiendo el país.
En el caso del PSOE, si sigue por detrás del PP es muy difícil que consiga conformar una mayoría por encima de los 176 escaños sólo con los hipotéticos apoyos de los grupos de izquierda: Podemos tiene difícil pasar de la barrera de los 40 escaños y el resto, desde IU a Amaiur pasando por Compromís, Esquerra y el Bloque gallego no parece que puedan llegar a los 30 diputados.
Aparentemente lo más fácil y hasta útil sería un pacto entre PP y Ciudadanos, no que aseguraría pasar de los 176 que dan la mayoría absoluta, con presencia en el gobierno o simplemente para facilitar la gobernabilidad del país y evitar una nuevas elecciones como parece que va a ocurrir en Cataluña tras las sucesivas negativas de la CUP a apoyar a Artur Más. ¿Cuál puede o es el miedo del líder de C's?: ser fagocitado por los populares en el inmediato futuro.
Las alternativas para Ciudadanos son mucho más complicadas, ya que razonablemente sólo habría dos: la primera, con el PSOE por delante, ir a un tripartito con Podemos o a una suma en la que estuvieran el PNV, Coalición Canaria y hasta lo que pudiera sacar UPyD; la segunda, con Ciudadanos por encima del PSOE en escaños, necesitaría tanto de los votos socialistas como de los de Podemos y no parece que ninguna de estas fuerzas esté dispuesta a llevar a Albert Rivera a La Moncloa.
Dice un refrán muy español que " a la fuerza ahorcan" y puede que tras el 20 de diciembre tanto Mariano Rajoy como Pedro Sánchez tengan que " ahorcarse" mutuamente haciendo aquello que no han querido hacer hasta ese momento: llegar a un acuerdo de " gran coalición" y vender la misma a sus militantes, votantes y españoles en general como la única y mejor solución para los problemas de España. Sería un acuerdo con fecha de caducidad: la reforma constitucional, el referéndum para aprobarla ( dentro del cual puede ir el " referéndum catalán" ) y la consiguiente convocatoria de nuevas elecciones. Dos años puede ser un plazo aceptable y desde luego con el que sueñan en los despachos del poder económico y en las cancillerías europeas.