Dieciocho jornadas de Liga y 24 partidos después Rafa Benítez ha sentido en su cuello la guillotina de Florentino Pérez. Al,presidente del Maddid no le gusta el juego de su equipo y no le gusta su entrenador. Lo aceptó como el mal menor tras la temporada en blanco de la mano de Carlo Ancelotti ...
El Madrid ya ha perdido la Copa del Rey por incapacidad de su burocrática en hinchada estructura deportiva. Está a 4 puntos del Atlético de Madrid y a dos que pueden transformarse en cinco si el Barcelona gana el partido que tiene aplazado. Media Liga por delante queda tiempo para luchar por el triunfo final pero tal y como está el equipo y cómo están sus rivales, la tarea se antoja muy pero que muy difícil.
En Europa y tras quedar primero de su grupo las cosas pueden irle mejor. Solo tiene que superar al Barcelona y al Bayern entre otros ogros de la Champions y donde a partir de los cuartos de final el Madrid tendrá que demostrar si es un equipo para conquistar trofeos o para golear a los " pequeños" como el Rayo y con " ayudas" arbitrales clamorosas por lo desacertadas de algunas decisiones en momentos clave del juego.
Florentino Pérez y su directiva no han tenido la paciencia que si tuvieron con Mourinho, por ejemplo. Benítez era de la casa y pese a sus triunfos en Gran Bretaña e Italia no se le valoraba lo suficiente. Y en el equipo, entre los jugadores, no ha tenido la relación, la complicidad que necesitaba, algo que sí han conseguido de forma muy diferente pero efectiva sus " compañeros" de carrera Simeone y Luis Enrique. El empate en Valencia cortó el débil hilo que unía al técnico con la dirección. Los jugadores, sobre todo Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos, no han hecho nada por evitarle la guillotina a su entrenador. Ahora le toca enfrentarse al vestuario a la estrella francesa. El más alegre de todos: Karim Benzema.