Salvo por la barba y el poder que detentaron ( a distinto nivel, época, etc,etc ) el persa Jerjes y el español Rajoy no se parecen en nada. O sí?. El caudillo que destruyó Atenas tras aprovechar una traición para cruzar el desfiladero de las Termópilas que defendían Leónidas y sus 300 espartanos, tuvo que regresar a sus dominios tras ver como su flota era destruída en Salamina. La victoria terrestre se convirtió en una simple, heróica y mítica batalla. Jerjes perdió la guerra.
Leónidas resistió con los mejores de los suyos ayudado por otras tribus helenas y fuera por la traición de Elfiades o por la abrumadora mayoría de su enemigo, el final fue el que conocemos: se quedó sólo con su " guardia personal" y perdió su cabeza.
No salvó a Atenas pero tal vez ayudó a que Temíatocles convenciera al resto de los griegos para un nuevo esfuerzo frente a los persas.
Todo aquello sucedió hace más de dos mil quinientos años, pero la Historia con mayúsculas tiene esas cosas: siempre se puede aprender de lo hecho y de lo contado, incluso cuando la tragedia se convierte en drama y el drama termina siendo una comedia de enredo televisada un domingo de verano por la tarde.
Mariano Rajoy ha ganado por tercera vez unas elecciones. Ya suoera a José Maria Aznar y sólo es superado por Felipe González. Un dato a tener en cuenta si tras la comedia de declaraciones a la que estamos asistiendo termina en el drama de una nueva cita con las urnas. De salto en salto y sin salir de La Moncloa el registrador gallego de la propiedad puede alcanzar en victorias - le falta una - al abogado andaluz. Y quién sabe, hasta superarlo. Con González en La Moncloa, el PP se mantuvo como primer partido de la oposición, subiendo en votos hasta conseguir la victoria y el " trono" en 1996. Con Rajoy al frente del Gobierno el PSOE ha conservado el puesto de líder de la oposición pero perdiendo votos y escaños a gran velocidad.
Si la Historia se escribiese con cifras y datos de contable, el mérito del actual presidente en funciones con su estrategia basada en la paciencia y en la utilizacion de los mecanismos del poder sería digna de figurar en una " segunda parte" del " Principe" de Nicolás Maquiavelo.
Esta semana es crucial para el futuro de Rajoy, de Sánchez y del resto de los líderes políticos. El sàbado 9 se reune el Comité Federal del PSOE, los 300, y de esa reunión debería salir una triple decisión: apoyar por activa o por pasiva a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno; negarle el pan y la sal pero ofrecer apoyo de forma pasiva a otro candidato del PP; intentar un acuerdo de bloqueo con el resto de las fuerzas políticas que nos lleve a unas nuevas elecciones, siempre, eso sí, que se produzca de la forma más rápida posible una sesión de investidura. Sesión que, con los números en la mano podrían ofrecerle a Felipe VI tanto el popular como el socialista.
En la última de las Guerras Médicas Jerjes se marchó tras la derrota de Salamina y dejó a uno de sus generales, Mardonio, que es quién perdió definitivamente la guerra y cambió el mapa de poder de la época. No parece que Rajoy esté dispuesto a dejar su lugar a ninguno de sus lugartenientes, ni a retirarse del sillón de La Moncloa, antes bien: está convencido de que si hubiera que ir otra vez a las urnas los que resultarían más castigados por los votantes serían sus adversarios. Ellos también lo saben, el 26 de junio está muy cerca.