Raúl Heras

Gana Rajoy, tiñe España de azul y todos los demas pierden sin excusas

Lunes 27 de junio de 2016

Ha dejado a todos sus rivales en el camino, agotados, perdidos en ese camino de seis meses en los que se han sucedido los escándalos, las acusaciones, los sustos en Europa. Mariano Rajoy quería ganar, se propuso ganar, se empeñó personalmente en ganar y salvo que se junten Sánchez, Iglesias y Rivera, seguirá en Moncloa.



El Partido Popular ha ganado en todas las provincias, tiñendo España de azul salvo en el Pais Vasco y Cataluña. El PSOE ha perdido en todas las circunscripciones, incluidas las 8 provincias andaluzas, un golpe muy duro para Susana Diaz que ve limitadas sus ambiciones nacionales.

Con 137 escaños, catorce más que hace seis meses y doscientos mil votos más, el PP se ha visto favorecido por una abstención que ha perjudicado al resto, sobre todo a la unión de Podemos e Izquierda Unida que se ha dejado más del millón de votos en las urnas; por el referendum británico que ha alimentado los miedos en toda Europa, y por un deseo de los ciudadanos de tener un gobierno en plenitud de derechos y deberes.

Si Rivera y Ciudadanos le apoya se plantará en los 169 escaños y le bastaraà con la abstenciòn del PSOE de un Pedro Sánchez que, pese a perder cinco escaños y establecer un nuevo suelo para su partido, ha evitado lo que pronosticaban todas las encuestas y ha confundido a Iglesias, Garzòn y Unidos Podemos, el famosos sorpasso.

Tiene otras alternativas: llegar a la mayoría absoluta con el PNV y Coalicion Canaria, Incluso puede gobernar en minoria desde sus 137 escaños, algo difícil pero no imposible. Su sorpresa es la de su propio partido y la de toda España, que apostaban por una victoria del PP pero con menos votos y escaños que en diciembre.

A sus adversarios, a los nuevos y a los viejos, es la tercera vez que les derrota. Eso deberia tener consecuencias. No parece posible, ni creible que le pidan echarse a un lado cuando en el segundo asalto les ha golpeado con màs fuerza que en el primero. Y pensar que España aceptaría con estos resultados que se juntaran los perdedores para quitarle el gobierno es mucho pensar. Lo que si es seguro es que va a ser una Legislatura complicada, dura y puede que corta. Con sorpresas no descartable como la de una gran coalición tras unos Congresos de partido que cambien liderazgos.


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