Hasta el mismo día 26 vamos a seguir oyendo muchos noes y muy pocos, por no decir ninguno, sies. Noes de Pedro Sánchez y el PSOE a pactar con Podemos y mucho menos a dejar que Pablo Iglesias sea presidente de un gobierno de ambos partidos. Noes tambien a Mariano Rajoy y al PP, por supuesto. Noes de Albert Rivera al presidente en funciones - que no al PP - y a Podemos en cualquier lugar y circunstancia. Y noes de Podemos al PP y a Ciudadanos, con guiños al PSOE sin Sánchez al frente.
En el PP y desde el gobierno en funciones sólo dicen no a Podemos, al resto de partidos y formaciones les ofrecen una participaciòn activa o pasiva en un futuro Ejecutivo. Mariano Rajoy está convencido de que va a ganar por segunda vez y que los demás van a perder, tambien por segunda vez. El desgaste ante los ciudadanos será de los cuatro grandes: de Rajoy por ser incapaz de lograr una investidura y llevar al partido a los resultados de hace 20 años; de Sánchez por romper el suelo del socialismo otra vez y dejarlo por debajo de los 90 escaños; de Iglesias por seguir perdiendo frente a la derecha pese a insistir en su victoria; y de Rivera por perder protagonismo y quedarse en un terreno en el que no se decide nada.
Todos ellos, el día 27 tendrán que olvidarse de la palabra no y empezar a deletrear el si, salvo que quieran que el gobierno en funciones se eternice, que Rajoy les " mate" por cansancio y los españoles por aburrimiento, y que dentro de unos meses volvamos a las urnas con nuevos camdidatos al frente de algunas formaciones. Mientras tanto votarán en Galicia y Euskadi y puede que hasta en Cataluña y habrá que acostumbrarse a vivir en la crisis institucional permanente, a que algunos ministros dimitan y se acumulen los cargos en menos manos, y que los Presupuestos de 2017 sean los del 2016 prolongados.
La margarita del si, no que sirve para los,quereres eebería servir ahora para la política. Ante la falta de decisiones de estado por parte de los dirigentes, que los partidos cojan unas cuantas flores y pétalo a pétalo solventen apoyos, crìticas y negociaciones.
Que en el PP tienen que decidir si se mantiene Rajoy al frente o se busca un nuevo lìder: margarita al cantp. Y lo mismo en el PSOE, en Podemos y Ciudadanosresto. Lo que vale para Rajoy debe valer para Sànchez, para Iglesias y para Rivera. La nueva polìtica, si de verdad quiere ser nueva, tiene que estar por encima de los intereses personales y los protagonismos.
Si desde el resto de formaciones políticas y desde la mayoría de los medios de comunicaciòn se exige que el actual presidente del PP de un paso atràs para favorecer un gobierno y evitar nuevas elecciones, lo mismo cabe exigirles a los perdedores, ya sean de viejos o nuevos partidos. La margarita debe funcionar con todos los colores, del azul ql naranja pasando por el rojo y el morado. Y sin miedo a lo que opinen los bancos nacionales y los organismos financieros, que los lìmites en Europa son estrechos y los ejemplos en los que mirarse estàn muy cercanos: unos para poner el acento en Grecia y otros para reivindicar lo que ha pasado en las municipales de Italia.