Desde Bruselas han decidido perdonarnos un trozo de nuestra mala vida hasta el mes de julio. Juncker, que nos quiere más bien poco, y el resto de la Comisión Europea van a esperar a que pasen las elecciones para decidir si nos multan poco, mucho o nada por no cumplir con los dèficits previstos para 2015 y 2016. Dependerá de si hay o no hay gobierno y de qué color es. En cualquiera de las posibilidades que se preparen los ganadores y aquellos que quieren continuar o llegar a La Moncloa, tal vez sea mejor perder que tener que gobernar con ese panorama.
A la posible multa, que puede llegar a los 2000 millones de euros, le van a seguir las exigencias de reducir en diez mil millones el gasto público a base de nuevos y más duros recortes. Sumen otros dos mil por el desfase en lo pactado con Bruselas y tendremos que los agujeros del cinturòn van a dejarnos la cintura del estado como si cuera de una avispa. Lloverá sobre mojado en pensiones, en educaciòn, en inversiòn y desarrollo, en protecciòn social, en todo aquello que afecta a los menos pudientes, a los que ya tienen el agua al cuello e incluso un poco màs arriba. Europa se dispone a darnos un buen repaso y lo harà sean cuales sean los polïticos que elijamos para gobernarnos. El ejemplo de Grecia sigue siendo muy válido, de ahí que las llamadas al miedo a los comunistas y a los ejemplos venezolanos sean continuos insultos a la inteligencia patria.
Por si no tuviéramos bastante con nuestros amigos europeas, en el interior de nuestra España, los independentistas catalanes y vascos se disponen a utilizar las vias pacíficas para conseguir sus objetivos pero sin dar un paso atrás en sus reivindicaciones. La visita y acogida de Arnaldo Otegui a la Cataluña de Puigdemont y Junqueras es màs que un síntoma, es toda una declaraciòn de guerra pero de baja intensidad.
Sin mayorías claras, con enormes dificultades para gobernar si es que alguno de los cuatro líderes que pueden hacerlo lo consiguen y con una Legislatura que va a ser corta, se pongan como se pongan Rajoy, Sánchez. iglesias y Rivera, sentarse al frente del Consejo de Ministros va a ser toda una aventura. Los cuatro lo saben pero se aplican al refrán de " más vale pájaro en mano que ciento volando", y siempre habrá un adversario al que acusarle de todos los males del pais. Desde 1909 no teníamos una deuda proporcionalmente tan elevada con 30.000 millones que pagamos de intereses todos los años.
Ya debemos más de lo que producimos. La deuda superior al billôn de euros nos sale màs barata en intereses, pero es mayor que nunca. Asusta si se pone en números, uno al lado de otro. Es impagable, ni ahora ni en el futuro, por mucho que en los informes y compromisos que se mandan a Europa desde el Ministerio de Economia se ponga que en 2020 se podría bajar del 90% del PIB. El papel lo aguanta todo? Es la herencia que vamos a dejar a los que vienen detràs. Y si hablamos de la quebrada Seguridad Social, pues otro susto, con la mitad de la hucha gastada en los últimos tres años y sin visos de que pueda " sanar" salvo que aumenten los ya aumentados e injustos impuestos que pagamos y que han acabado con la clase media, las empresas medias y la vIda media de millones de españoles.