El equipo de campaña de Mariano Rajoy para el 26 de junio es el mismo con el que " ganó" las elecciones en diciembre. Diez jugadores que, como si fuesen un equipo de futbol, le van a acompañar y se van a distribuir las responsabilidades y los cometidos. En este juego de similitudes pongamos a cada uno en el puesto que le corresponde en este cesped político y electoral con la misión de volver a ganar y tener asegurado el papel principal en los " sorteos" de alianzas posteriores.
A diferencia de lo que ocurrió el diciembre, el presidente del PP quiere tener un papel más protagonista y se ha reservado el puesto de delantero centro. Quiere estar todo el tiempo posible en el área de sus rivales y " tirar a gol" o lo que es lo mismo, rematar todos los balones que le pasen los suyos desde el centro del campo ya sean con. motivos económicos, sociales o los más difíciles de la corrupción y la necesidad de reformas políticas y constitucionales.
Para acompañarle en esa punta se ataque va a contar con dos de los jóvenes vicesecretarios encargados de dar una nueva imagen al partido y de incidir en los votantes más jóvenes: Andrea Levy, por la izquierda, y Pablo Casado, por la derecha. Guiño a Cataluña y al papel de Levy en las redes sociales, y reconocimiento a la labor de comunicación que lleva haciendo el " discípulo" preferido de José María Aznar y Esperanza Aguirre desde esa derecha que se define como liberal y que lleva cuatro años criticando a su presidente de gobierno.
En ese planteamiento de 4-3-3 que ha ideado Jorge Moragas con el asesoramiento del gurú Arriola, los papeles de centrocampistas los ha reservado el máximo responsable de la campaña de los populares para él mismo, para Javier Maroto, otro de los vicesecretarios de nuevo cuño, y la tesorera del PP, Carmen Navarro. Si el ex alcalde de Vitoria tiene que ser la unión con la delantera, la mujer de los dineros tendrá la obligación de controlar los gastos y que no cojan al partido en un contraataque por alguna " falta" fuera de control.
Se trata de mantener el equilibrio entre las líneas pero con mayor capacidad de ataque que en la anterior campaña electoral. Tal vez por eso la defensa de cuatro combinará la experiencia de Javier Arenas, Juan Carlos Vera y Marilar de Andrés con las aportaciones de Fernando Martínez Maíllo, el vicesecretario general que controla la organización en toda España y que será el encargado de dar y recibir el día a día de los otros cincuenta miembros del equipo repartidos por las 17 Comunidades autónomas.
Y en la portería el segundo de a bordo, la sombra de Moragas, que tiene que ser el último escollo ante los ataques que les van a lanzar a los populares desde todos los ángulos. José Antonio Bermúdez de Castro tendrá que " parar" y sacar rápido para los contraataques, a veces con toques de balón, a veces con saques largos para que Rajoy se luzca en el cuerpo a cuerpo.
Veremos si la fórmula le funciona al Partido Popular. Parte como favorito y debe ganar aunque sea por la mínima. Ganar y convencer a los suyos y a los "espectadores fácticos" que tendrán mucho que decir cuando llegue la hora de los pactos y la suma de escaños. El objetivo es conseguir que sus diputados y los que pueda conseguir Ciudadanos sumen la soñada y añorada mayoría absoluta.