No llevamos un buen mes para la academia (bueno, tampoco en otras áreas, pero sobre los tristes sucesos de las últimas semanas poco puedo añadir que no se haya dicho antes y mejor).
Después de mencionar hace unos días el fallecimiento de Rudolf Kalman, acaba de llegarme la notica de la muerte de Howard Raiffa, uno de los creadores de la teoría de la decisión moderna (este libro tiene lugar de honor en mi biblioteca y este librito lo tengo desde segundo de la carrera). Y esta misma semana habíamos comenzado con la muerte también de William McNeill, uno de los historiadores que más hizo por impulsar la historia global y el estudio de temas muchas veces ignorados como los fundamentos sociales y tecnológicos del poder militar o el papel de las enfermedades en la historia.
Aunque muchos de sus libres muestren ahora su edad, quizás sea esta la mejor prueba de lo influyentes que fueron en generar investigación que los ha superado. Por cierto, su padre fue historiador, con una crónica del calvinismo que todavía se deja leer con gracia (llamándose McNeill difícilmente iban a ser anglicanos o baptistas) y también su hijo, John McNeill, que trabaja en temas de historia ecológica (por ejemplo, aquí o aquí). A ver si se acaba pronto este mes de Julio tan cruel.