El futuro de Francia pasa por la elección del candidato del centro derecha a las elecciones presidenciales del próximo año.
El mejor colocado es Francois Fillon frente a Alain Juppé, después de haber eliminado de la carrera a Nicolás Sarkozy. Pero más allá de la persona, su forma de pensar y de actuar, está el programa que quiere aplicar. Fillon es valiente al proponer una serie de reformas en el empleo, reducción de funcionarios, subida de impuestos, menos centralización de la economía, más seguridad interior y fortalecimiento de la identidad y de la cultura francesa en el marco de la Unión Europea. Sus tesis tienen buena acogida, otra cuestión será el resultado en las urnas donde el gran rival no son los socialistas, que están de capa caída y sin candidato claro, sino la extrema derecha de Marie Le Pen. El primer objetivo es que tras la estela de Trump, no se produzca la sorpresa de una victoria en primera vuelta de Le Pen que sería una enorme desgracia para toda Europa.