Méndez de Vigo deja el 30% restantes en manos de las comunidades. Respecto a las `reválidas´, finalmente no serán necesarias para obtener el título y la de Bachillerato sólo la tendrán que realizar los estudiantes que quieran cursar estudios universitarios como ocurría hasta ahora
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha mantenido su propuesta inicial sobre el contenido mínimo común que tienen que incluir los exámenes de la evaluación FInal de Bachillerato de la LOMCE en toda España en el 70% y deja en manos de las comunidades autónomas el 30% restante, según la orden ministerial publicada en el BOE este viernes 23 de diciembre, que regula las características de estas pruebas que van a servir para acceder a la Universidad el curso que viene.
Con esta norma, el departamento que dirige Íñigo Méndez de Vigo cierra el largo capítulo de las polémicas 'reválidas', que finalmente no serán necesarias para obtener el título y la de Bachillerato sólo la tendrán que realizar los estudiantes que quieran cursar estudios universitarios como ocurría hasta ahora.
El Consejo Escolar del Estado aprobó el pasado 13 de diciembre un dictamen de esta norma, en el que señalaba que la fijación de este porcentaje resultaba "inadecuada". Hasta ahora, las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), conocidas también como Selectividad, no establecían ninguna proporción de contenidos comunes en las pruebas en todas las autonomías.
Educación sí ha introducido cambios menores respecto al último borrador de la orden ministerial, propuestos por este órgano consultivo, como es la ampliación del tiempo del tiempo mínimo de descanso entre exámenes, de 20 a 30 minutos, así como más días de plazo para la realización de estas pruebas, de manera que deberán nalizar antes del 16 de junio y no antes del 10.
MEDIDAS PARA ALUMNOS CON NECESISADES EDUCATIVAS
Educación también ha incluido dos apartados nuevos en el articulado de la norma definitiva en relación al alumnado con necesidades educativas especiales y con discapacidad.
De esta forma, se tomará como referencia en las pruebas las adaptaciones de los contenidos para este alumnado, así como medidas de exibilización y metodológicas en la evaluación de la lengua extranjera, especialmente para el alumnado sordo.
"Estas adaptaciones en ningún caso se tendrán en cuenta para minorar las calicaciones", señala la orden.
Otro aspecto nuevo, en relación con las revisiones de las calificaciones obtenidas y de los exámenes, y también destinado a los estudiantes con alguna discapacidad es que se les garantizará que todas las actuaciones previstas sean accesibles a este colectivo.
A diferencia de las antigua PAU, las nuevas pruebas de acceso a la Universidad podrán ir acompañadas de cuestionarios de contexto para conocer el entorno socioeducativo de los estudiantes. La realización de estos test estará en manos de las comunidades autónomas y serán "en todo caso anónimos", según detalla la orden ministerial.
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