La presidenta de la Junta de Andalucía y candidata a liderar el PSOE cree que hay que compatibilizar la participación de los militantes con que los dirigentes ejerzan sus responsabilidades, porque el PSOE no es "un partido asambleario"
La presidenta de la Junta de Andalucía y candidata a liderar el PSOE, Susana Díaz, ha apostado por regular en el interior del partido las consultas a la militancia y ha dejado claro que ella no cree en el modelo de "un líder relacionado directamente con la militancia, sin órganos de control" porque "lleva a modelos no muy democráticos".
En una entrevista en una emisora de radio, recogida por Europa Press, Díaz ha dicho no tener problema en que se consulten los acuerdos de Gobierno, aunque se ha preguntado si eso "habrá que hacerlo a todos los niveles". Y ha citado algunos ejemplos de lo que ya se ha hecho, como cuando se consultó a la militancia el pacto con Ciudadanos y cuando ella sometió al Comité Director del PSOE andaluz su propio pacto con los 'naranjas'. También ha destacado que, cuando se alcanzan acuerdos en pueblos, se reúnen las asambleas locales.
Con todo, ella cree que hay que compatibilizar la participación de los militantes con que los dirigentes ejerzan sus responsabilidades, porque el PSOE no es "un partido asambleario", sino que la democracia representativa le hace más fuerte.
Además, ha lanzado una advertencia: "Lo que nunca haré será poner en los hombros de los compañeros mi responsabilidad si tengo una derrota electoral". De este modo, ha apostado por regular las consultas igual que están reguladas en el sistema político, en virtud del artículo 92 de la Constitución.
En todo caso, ha hecho hincapié en varias ocasiones en que lo que estuvo en juego en el "doloroso" Comité Federal del 1 de octubre --que se saldó con la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general-- no era si se sometía a consulta de la militancia el permitir un Gobierno de Mariano Rajoy, sino la intención de Sánchez de convocar un congreso en 20 días y además sin tener gobierno en España.
Así, ha avisado de que si esto no se explica bien, sino que se habla con "las tripas" y además se hace "un cóctel", eso puede llevar al PSOE a imitar un modelo de partido que no es el suyo. Participación sí, pero no imitar a otros partidos y menos aún "entregar" el PSOE a otros, ha remarcado.
"En un momento en el que el populismo es una amenaza a todos los niveles, hablar a las tripas y a las entrañas de la gente es muy fácil, yo prefiero hablar al corazón pero también a la razón", ha aseverado Díaz.
NO TIENE PROBLEMA EN QUE SE PUBLIQUEN LAS CUENTAS
Por otro lado, ha dejado claro que ella no tiene problema en que se hagan públicas las cuentas de su campaña. Las cuentas, ha dicho, están en manos del partido y éste puede hacer con ellas lo que quiera.
La presidenta andaluza ha insistido en que su intención es mantener su cargo aunque sea elegida secretaria general del PSOE, y no cree que eso vaya a ocasionarle ningún "roce", por ejemplo cuando llegue el momento de negociar la financiación autonómica.
Su argumento es que ella es socialista y, por lo tanto, no es nacionalista, así que lo que defiende es la igualdad dentro y fuera de Andalucía. "Cuando uno defiende la igualdad, da igual donde lo haga", ha asegurado, tras señalar que, en esa negociación, lo que habrá que hacer será cuantificar los criterios que importan a cada comunidad como la insularidad, la dispersión de la población y otros.
Díaz está convencida de que el PSOE puede recuperar terreno electoral y volver a ganar las elecciones, y ha destacado que así lo hizo el PSOE andaluz: "En seis meses conseguimos unir al partido, hacerlo y reconocible y tener una mayoría grande en las urnas, lo hemos hecho antes y estamos en condiciones de volverlo a hacer".
"LA AFICIÓN ESTÁ MEJOR QUE EL EQUIPO"
Tras un fin de semana en el que ha hecho campaña en Canarias, ha asegurado que "la afición está mejor que el equipo" y que la gente la anima y la desea suerte, de manera que ahora hay que "poner al equipo a la altura de una magnífica afición".
Si gana, ha asegurado que aplicará la "convivencia" como siempre ha hecho, y que primará "el talento, la capacidad y el esfuerzo" sin tener en cuenta a quién hayan apoyado. Preguntada en concreto si Pedro Sánchez tendrá espacio, ha dicho que "todo el mundo tiene sitio y todo el mundo tiene que arrimar el hombro" y que eso "se puede hacer en un sitio o en otro". Con todo, ha añadido que eso ahora "no toca", sino que lo primero es elegir quién estará al frente de la organización.
Díaz ha señalado que, en los tres años que lleva al frente del Gobierno andaluz, ha cambiado mucho y se ha hecho "más pragmática" y más consciente de la importancia de cada decisión. "He tenido que pulir muchas cosas, y las que me quedarán", ha admitido.
Además de volver a reconocer que el 1 de octubre "se cometieron excesos" --ha dicho que ella intentó no cometerlos sino más bien tender puentes--, ha insistido en su llamamiento a que todo el mundo "hable bien" de los compañeros y sea consciente de que "el adversario está fuera": "En el PSOE no hay ni buenos ni malos, yo me presento para que no se nos señale, no se nos divida".
Según ha dicho, para ella es "un orgullo y un honor" tener el apoyo de expresidentes del Gobierno y ex secretarios generales, pero que también la apoya mucha gente que no tiene ni quiere cargos. Y no ha querido valorar si, en caso de no ganar por 'goleada', el resultado sería una derrota para el 'establishment' del PSOE, y ha preferido decir que ve "el proceso en positivo".