"Tenemos que jugar sucio. Tenemos que empezar con pequeñas faltas o con juego sucio para que los españoles pierdan la alegría por jugar al fútbol", dijo Meyer, que ve a España como la gran candidata al título mañana en Cracovia.
"España es la gran favorita, pero en una final todo es posible. Es el momento de conseguir el título", agregó el jugador del Schalke 04 ante la prensa.
Por su parte, el portero Julian Pollersbeck, héroe en la semifinal ante Inglaterra al detener dos penaltis en la tanda, también optó por la dureza para intentar frenar a los talentosos jugadores españoles. "Tenemos que demostrar a los españoles cómo se juega una final", señaló sonriente.
"Si conseguimos que el partido se 'caliente', no les va a gustar. Un poco de dureza alemana conseguirá que alguno de ellos pierda la ilusión", apuntó Pollersbeck, que tras el Europeo jugará en el Hamburgo.