Dentro del epígrafe "Los cambios jurídicos", Margarita Robles ha pronunciado una conferencia realmente valiente y atrevida: no sólo desarrolló los problemas más específicos de la justicia, sino que ha pedido, al tiempo que la supresión de la Audiencia Nacional, "responsabilidad" también a los medios de comunicación que no siempre ofrecen, según ella, una visión correcta de la justicia. Es lo que Robles ha calificado de "justicia mediática".
Según Robles, "en esa justicia mediática parece como si no existiera más tribunal que la Audiencia Nacional", en relación a que los medios sólo informan prioritariamente sobre los grandes casos -muy politizados, por cierto- como terrorismo, constitucionalidad, etc. Y en ese sentido, ha afirmado que "el debate que hay que hacer es: ¿Tiene sentido la Audiencia Nacional, sí o no? Yo creo que la Audiencia ha cumplido su papel y su futuro lo pongo en duda".
Robles ha continuado afirmando que "creo que no es bueno el poder que durante tantos años han detentado los jueces centrales de instrucción; creo que no lo es. Es un debate necesario. Entiendo que, si se mantiene [la Audiencia Nacional], hay que darle una vuelta de 180 grados: que los jueces centrales tienen que tener un tiempo de mandato, que no puede ser sólo la antigüedad como criterio para el nombramiento", etcétera.
Se necesitan 500 plazas de jueces
En términos más generales, Margarita Robles ha hablado de dos realidades en la justicia: una, la que afecta a los ciudadanos, la cotidianidad; otra, la que podríamos llamar "la justicia mediática, la estrella, la que sale en los medios de comunicación". Ahora bien, la 'justicia' ordinaria tuvo en 2010 nueve millones de asuntos para 5.000 jueces "con enorme sobrecarga de trabajo". Así que, "en este momento es necesaria la creación de 500 plazas de jueces en España", porque los jueces están "absolutamente saturados", pero además, la mayor parte de los funcionarios son interinos, no específicos. Junto con eso, "tenemos unas leyes procesales poco ágiles".
Para Robles, España se ha dado un "hipergarantismo" jurídico, "un exceso de garantías". Es cierto que "las garantías siempre son buenas", pero a veces lo que hacen es que los procesos se dilaten muchísimo en el tiempo: Por ejemplo, "en estos momentos se está señalando para 2014 la impugnación de multas de tráfico", lo cual es impensable en otras sociedades. Así, Margarita Robles señaló que puede haber intereses de despachos de abogados para dilatar expedientes y, así, no hacer efectivo el pago de una deuda, de una multa, etc. "Tenemos unos procedimientos razonablemente ágiles hasta el momento de dictar sentencia, pero que luego se paralizan".
Defensa de la independencia judicial
Para Robles, "los jueces españoles son independientes, ajenos a cualquier partido político". Dijo que la mitad de la carrera judicial no está asociada que y las asociaciones de jueces no tienen vinculación con ningún partido político. Además, señaló que "en el sistema judicial español no hay casos de jueces condenados por corrupción", y, además, "son jueces creíbles".
Por otro lado, también ha afirmado que "la justicia no es una prioridad para los partidos políticos; la justicia ordinaria, no la mediática". Y, en ese sentido, recordó que en los últimos años "ha habido dos huelgas de jueces" que, contra lo que cree la gente, "no han sido por cuestiones económicas, sino por la precariedad de medios".