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España 2020 ¿sin terrorismo?

España 2020 ¿sin terrorismo?

Por Rodolfo Ares

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Ahora que podemos pensar con esperanza en un futuro sin terrorismo quiero partir de la premisa de que estoy seguro de que si mantenemos la política antiterrorista que nos ha traído hasta aquí, y puedo asegurar que la vamos a mantener, ETA habrá desaparecido mucho antes del año 2020. Debemos seguir combatiendo la amenaza del terrorismo internacional con todos los instrumentos del Estado de Derecho y la colaboración global, pero quiero reflexionar en este momento sobre el principal objetivo que tenemos como país y como sociedad, que no es otro que acabar con la última banda terrorista que existe en Europa, y consolidar cuanto antes la paz, la libertad y la convivencia democrática.

ETA ha declarado una tregua porque está más débil que nunca. Lo está como consecuencia de la acción del Estado de Derecho, de la deslegitimación ética, política y social de los postulados que le daban apoyo, de la acción policial y judicial y, por supuesto, de la política de firmeza democrática y tolerancia cero que hemos practicado en los últimos años el Gobierno Vasco y el Gobierno de España. No estaríamos en esta situación si las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no hubieran detenido a más de 150 miembros de ETA en el último año y medio, si no hubiéramos intensificado la colaboración policial y judicial con nuestros países vecinos, especialmente con Francia.

Las distintas policías han desarticulado en varias ocasiones la dirección de ETA, han desmantelado sus estructuras en Francia, han abortado su intento de instalarse en Portugal y han localizado zulos que contenían cientos de kilos de explosivos. Se ha detenido a miembros de ETA que se escondían en el extranjero y también a otros que hacían vida normal en el País Vasco, muy cerca de nosotros, pensando que sus crímenes quedarían impunes. Ese era el caso, por ejemplo, del presunto asesino de Joseba Pagazaurtundua en 2003, que fue capturado por la Ertzaintza en 2010.

Y no estaríamos tocando con la punta de los dedos el final del terrorismo si no se hubiera puesto en marcha la Ley de Partidos, si no la hubiéramos defendido y aplicado, si no se hubiera instado a la ilegalización de Batasuna y de otras marcas de organizaciones vinculadas a ETA. Porque ha sido fundamentalmente la imposibilidad de ese mundo para hacer política dentro de la legalidad la que les ha llevado a la conclusión de que ETA les estorba, según expresión utilizada por Arnaldo Otegi.


Desaparición definitiva de ETA

Es evidente que los radicales abertzales están cambiando y adoptando decisiones en el buen camino. Se han convencido de que tienen que romper amarras e independizarse de ETA, y se han comprometido a respetar las reglas del juego, los Derechos Humanos y la legalidad. Y es cierto que aún les falta mucho camino por recorrer, porque deberían reconocer que el terrorismo jamás tiene justificación desde un punto de vista ético o político.

Nosotros no vamos a conformarnos, como algunos nacionalistas, sólo con un alto el fuego. No vamos a conformarnos con nada que no sea la desaparición de ETA, porque no queremos sólo una ETA que no mate. También queremos que ETA no condicione ni tutele el futuro de nuestra sociedad. ETA no va a conseguir ninguno de sus objetivos, y que el único camino que le queda por recorrer es el de su desaparición definitiva.

Cuando Patxi López fue elegido Lehendakari, dijimos desde el Gobierno Vasco que la Ertzaintza estaría en primera línea combatiendo el terrorismo y deteniendo comandos, y que haríamos una política para segar la cantera de ETA e impedir la incorporación de nuevos miembros a sus filas. Dijimos también que íbamos a hacer una política de firmeza democrática y tolerancia cero, que queríamos ganar la calle a los intolerantes y que no habría espacios de impunidad. Dejamos muy claro que combatiríamos los postulados totalitarios que daban sustento a la banda y que combatiríamos a todos aquellos  que daban cobertura y amparo al terrorismo.

Dijimos que aplicaríamos la Ley con rigor y firmeza. Y lo estamos cumpliendo. Porque hoy, en Euskadi, es evidente que hay más normalidad, más libertad. Es evidente que la kale borroka ha desaparecido prácticamente, que no hay extorsión a empresarios.

Y esto es mérito de todos. Pero también de un Gobierno que desde el primer momento ha aplicado la política antiterrorista que nos ha traído hasta aquí. No estaríamos en esta situación si Ibarretxe hubiera seguido gobernando en Euskadi y si hubiéramos atendido y aplicado las propuestas que defendían los dirigentes nacionalistas. Porque ellos siempre han estado en contra de la legislación antiterrorista, de la Ley de Partidos y también de la ilegalización de Batasuna.


Las responsabilidades del PNV

Ahora, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, dice que los radicales abertzales han dado un giro de 180 grados, desmarcándose de ETA. Por tanto, debería reconocer que en el pasado, cuando contaban con ellos para que Ibarretxe fuera elegido Lehendakari o para sacar adelante sus objetivos y planes soberanistas, se equivocaban.

Recientemente el señor Egibar, (portavoz de los nacionalistas en el Parlamento Vasco y presidente del PNV en Gipuzkoa) ha dicho que Bildu debería pedir el final de ETA para que el PNV pudiera llegar a acuerdos con ellos. Lo dice ahora, después de que en las últimas elecciones municipales y forales [mayo de 2011] Bildu haya arrasado al PNV en Gipuzkoa. El señor Egibar no pensaba lo mismo ni actuaba en consecuencia durante los diez años de gobiernos de Ibarretxe. Durante ese tiempo, el PNV no tuvo ningún reparo en buscar los votos de los radicales abertzales para sacar adelante el Plan Ibarretxe o su proyecto de consulta.

En todo caso, todos tenemos derecho a cambiar, y es positivo que el PNV cambie. Pero deberían ser más consecuentes porque quiero recordarles que si Bildu hoy dirige muchos ayuntamientos, alguno tan importante como el de San Sebastián, o la Diputación Foral de Gipuzkoa, es exclusivamente responsabilidad del Partido Nacionalisa Vasco.

Una vez más, el PNV ha antepuesto sus intereses partidarios a los intereses de la sociedad y del país. No ha querido hacer acuerdos para que Bildu no gobernara en San Sebastián o Gipuzkoa, con la excusa de que quería respetar la lista más votada, pero después hizo acuerdos con Bildu para arrebatarnos a los socialistas las alcaldías de Lasarte y Trapagarán, donde éramos la lista más votada.


El ascenso de los radicales de Bildu

De todas formas, que estemos preocupados porque Bildu haya acumulado un gran poder institucional no puede ser motivo para afirmar que es un paso atrás, tal y como sostienen algunos dirigentes políticos y determinados medios de comunicación. Porque quiero recordar que vivimos en un Estado de Derecho y que ha sido nada menos que el Tribunal Constitucional quien ha decidido que Bildu podía presentarse a las elecciones porque cumplía los requisitos legales para hacerlo.

Podemos tener dudas, y yo tengo algunas, sobre el comportamiento que Bildu va a tener en su actividad institucional y política en el futuro. En todo caso, hay que recordar que tenemos instrumentos para tomar medidas si fuera necesario, en el caso de que las actuaciones de Bildu vulneraran nuestra legislación vigente.

La sociedad vasca no le debe nada a Bildu y mucho menos a los radicales abertzales, al mundo de Batasuna. Son ellos los que les deben mucho a la sociedad vasca. Yo sé que uno no se hace demócrata de la noche a la mañana, pero la democracia tiene que estar abierta para aquellos que quieran incorporarse a ella y cumplir sus reglas.

No se puede olvidar el pasado, porque la mejor manera de construir un futuro de convivencia democrático es hacerlo desde la verdad, la memoria, la dignidad y la justicia. Por eso tenemos que construir la convivencia democrática sin olvidar nunca lo que ha pasado para construir un futuro entre todos y para todos. Tendrá que ser una convivencia en la que cada uno asumamos nuestro pasado y la responsabilidad de nuestros actos.


El desarrollo de una Euskadi libre del terrorismo

Desde el Gobierno Vasco estamos impulsando iniciativas para que nunca se olvide el daño y el sufrimiento que el terrorismo nos ha casado. Para conseguir este objetivo estamos colocando monolitos, placas o hitos en todos los lugares de Euskadi donde ha habido asesinatos terroristas para completar el Mapa de la Memoria y estamos impulsando el memorial a las víctimas del terrorismo para rendirles recuerdo y homenaje a todas ellas y para que las nuevas generaciones conozcan y nunca olviden los terribles hechos que ha vivido este país.

Pero, especialmente, un memorial de las víctimas del terrorismo que sirva para educar a nuestros jóvenes en valores éticos, de tolerancia, libertad y convivencia democrática. Desde el Gobierno Vasco queremos impulsar medidas para superar el ciclo terrorista construyendo un nuevo tiempo de libertad, convivencia y tolerancia democrática.

Euskadi es una sociedad dinámica y emprendedora, con gente muy preparada y con ganas de trabajar. Tenemos una economía fuerte, con un tejido industrial innovador, con unas empresas competitivas y líderes en sus respectivos sectores.

Es evidente que el terrorismo ha lastrado nuestras potencialidades y capacidades como país y como sociedad. La Euskadi sin terrorismo que queremos será un país que se colocará a la cabeza de las zonas de Europa en crecimiento económico, calidad de vida y bienestar. Y que, además, podrá convertirse en la locomotora que tire de la recuperación económica y el crecimiento del conjunto de Euskadi.

Ése es el objetivo que perseguimos desde el Gobierno de Patxi López, impulsando y liderando una política para modernizar la economía, haciéndola competitiva y sostenible; poner las bases de un Estado de Bienestar eficiente, de calidad y sostenible; construir un sistema solidario para repartir, de forma equitativa, las cargas de las consecuencias de la crisis y el esfuerzo fiscal entre toda la ciudadanía; y construir una sociedad que aprecie los servicios públicos y rechace rotundamente el fraude que rompe la solidaridad ciudadana.

Queremos construir el futuro de Euskadi entre todos y para todos. Sin terrorismo y asentando una convivencia democrática en paz y libertad.


(*) Rodolfo Ares Taboada es consejero de Interior del Gobierno Vasco.

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