Cristina Cifuentes
Delegada en Madrid
No es muy habitual encontrar esta unanimidad. Nombran a Cristina Cifuentes delegado del gobierno en Madrid, y los elogios van desde la derecha a la izquierda. La primera la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que pondera su perfil de gran jurista, su buen talante, y su disposición al diálogo y al trabajo. Cifuentes recoge incluso los elogios de la izquierda socialdemócrata y de sus medios de comunicación. Sorprendente.
Sigo a Cifuentes en las redes, donde es mujer popular, y tiene perfiles que trabaja y actualiza a diario. No es de esos políticos que abren una cuenta para la campaña electoral y el día del recuento de los votos la cierran y hasta la siguiente. Cifuentes tiene la tarea de hacer cumplir la ley en la calle, en esta legislatura que será agitada,
complicada, como demuestran los movimientos previos al voto del 15M o las campañas de “yonopago” que se preparan en Madrid.
La capital volverá a ser el centro de la agitación, el escaparate nacional contra el gobierno de la derecha, la escopeta nacional contra la mayoría absoluta del PP. Cifuentes no lo tiene fácil. Empieza bien, con elogios desde todos los rincones, pero pronto las cañas se volverán lanzas, ya lo verán.