En declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, ha defendido que el PSOE debe abstenerse "desde la humildad" de saber que sus resultados electorales fueron malos: "Asumirlo hoy es poder ganar mañana y no asumirlo es condenarnos a un tiempo de impotencia política".
El que fuera número dos de los socialistas está convencido de que, en el actual panorama parlamentario, el PSOE tiene "una fuerza decisiva" en la oposición. Incluso si el Gobierno veta iniciativas que supongan aumento de gasto, ha remarcado que el Parlamento es quien fija las prioridades del gasto público.
Además, cree que si este escenario lleva a Rajoy a convocar elecciones anticipadas, "en ocho meses el PSOE estará capacitado para volver a presentar un proyecto mayoritario" y habrá tenido tiempo de "coser el partido", construir un proyecto y dotarse de un liderazgo para resolver los problemas del país o, si no hay elecciones, para liderar la oposición.
Frente a la competencia de Podemos, Blanco ha avisado al PSOE de que tiene que"dejar de pensar en ser los primeros de la izquierda para volver a ser los primeros del país".
A su juicio, Podemos es "un partido de protesta" y el PSOE "un partido de mayorías", y "no puede ser un partido de resistencia", sino que tiene que recuperar su capacidad de lograr cambios.
También ha defendido que en la primera votación de investidura el PSOE debe votar no, para marcar posición política, y en la segunda abstenerse en su conjunto, no solamente unos cuantos.
Blanco cree que en esta situación no se decide entre Mariano Rajoy sí o no, sino entre Mariano Rajoy ahora o dentro de unos meses y con más fuerza parlamentaria. Así, cree que hay que "apelar a la responsabilidad" para que la legislatura eche a andar y no volver a "transferir la responsabilidad a los ciudadanos", que ya han votado dos veces. "Unas terceras elecciones serían dañinas para España y un suicidio para el PSOE", ha opinado.
Blanco ha añadido que hay que explicar y defender razones políticas, y que un partido político "no es una confesión". Según ha dicho, no comparte que el PSOE no deba permitir que haya gobierno "por razones éticas", sino que la izquierda "debe demostrar su superioridad moral ganando elecciones, no con resistencialismo".