05/06/2012.- Leopoldo en la tele
Es una constante del mandato de Mariano. Forma parte de su estilo. Cuando hay muchos candidatos para un puesto, Rajoy nombra a un desconocido. En la oposición se quedaron sin suelo cuando escucharon el nombre de Leopoldo González Echenique para presidente de RTVE. No lo conocían ni en su casa a la hora de comer. Un abogado del Estado sin perfil político; un hombre de empresa privada sin relevancia pública. Imposible decir nada negativo de un desconocido. Primero hay que enterarse de quién es. También para esa tarea tuvieron dificultades. Encontraron que estuvo con Piqué en el ministerio de Industria. Y poco más: un paso por Barclays y otro por NH, su actual empresa. Leopoldo, Polo para sus amigos, tiene sin embargo buen conocimiento de los profesionales de RTVE, a través de algún amigo secreto, y también por Ana Roa Quintana, a quien conoce de sus veraneos en Sotogrande, y a quien a veces le ha pedido que le organizara cenas con gentes que saben del medio y del mensaje. Es hombre educado y sobradamente preparado para el cargo. Solo le falta conocer la casa.
06/06/2012.- El privilegio de Botín
Ya van dos días, dos, que las tertulias tratan el tema de las bermudas de Emilio Botín. Venía el presidente del Santander de caminar, ejercicio que practica a diario, además de la bicicleta, cuando se encontró en el hotel con el Rey. Y prefirió comparecer vestido de corto antes que pasar por maleducado. La prioridad era saludar al monarca y no hacerse el sueco. Y Botín, hombre sin complejos, se acercó al Rey, le dio la mano y abrió los brazos mientras articulaba una disculpa por la vestimenta. No se ha hablado de otra cosa. Unos le han recordado la etiqueta, otros han hecho una hermenéutica del vestuario del banquero. La inclinación para pedir disculpas se la han tomado algunos como una reverencia. Y a uno se le ocurre que a Botín le debe de hacer gracia que sin querer haya sido el tema de conversación, y el rojo del banco y de sus pantalones cortos haya eclipsado al rey. Al fin y al cabo, entiendo que de la misma manera que las reinas de la monarquía española tienen el privilegio del color blanco ante el Papa de Roma, el banquero debe de tener el del rojo ante los reyes de nuestra monarquía.
07/06/2012.- Warhol en Madrid
Mi primer paseo por PhotoEspaña me lleva al Fernán Gómez, en la plaza de Colón. Y bajo al sótano del teatro para dar una vuelta por la “Factory”, aquel local de Nueva York donde Andy Warhol reunía a una banda de aficionados a la fotografía, la música, los experimentos con drogas o con tintes para el pelo. Lo que queda de aquella movida neoyorquina está en las paredes: unas cuantas tiras de fotomatón y muchas imágenes de gentes metidas entre cuatro paredes, en fiestas, en juegos con globos plateados, y en ensayos de poses. Hay una señora gorda que se repite en muchas fotos. En todas tiene el jersey bajado y enseña los pechos. Uno siempre ha tenido la impresión de que las que tienen más afición a enseñar el pecho son aquellas que más lo deberían tapar. La regla se confirma en esta muestra que da fe de la banalidad de aquel movimiento, que apenas dejó una huella de noches festivas y un puñado de fotos donde abundan los hombres, algunos también con una curiosa pulsión exhibicionista de mostrarse desnudos. La Factory era un sitio donde no se trabajaba mucho, por no decir nada. Y donde todos, incluído Warhol, tenían la cara muy seria, como si el fotógrafo fuera el cobrador del gas.
08/06/2012.- Zapatero entre antigüedades
Ya saben que el hombre de la herencia económica más ruinosa de nuestra historia democrática se mudó a un chalé de Somosaguas con tejado de pizarra y a 2.500 euros al mes. Cuando dejó la Moncloa se olvidó de León. Decían que era para estar en Madrid y acudir de vez en cuando a los actos de su partido. Quiá. No ha ido a ninguno, y apenas se le ha visto en el Consejo de Estado, donde tomó posesión con escasa pompa. Zapatero sale solo a Pozuelo, y de vez en cuando visita el centro comercial de Zielo en la avenida de Europa. Este viernes había en su interior una feria de antigüedades, un mercadillo con los muebles de la abuela, con aquellas cajas de metal para las galletas y algunos marcos de nácar para poner el retrato del hijo que se va al servicio militar. Y por allí se vio a José Luis, con Sonsoles, comprando restos de alguna historia familiar, para decorar su casa. Las antigüedades eran todas muy chic, nada que ver con lo gótico, no se vayan ustedes a pensar.
0906/2012.- De Guindos y el rescate
Y llegó el sábado, con sus presagios de rescate anunciado. Por la mañana, Anguita firmaba libros en la feria, a la sombra de los plátanos y de los toldos de su editorial. No sé por qué me recordó la fuerza de lo inevitable, de lo inexorable, de los tránsitos por los que hay que pasar, quieras o no. Y el del rescate es uno de ellos. El sábado era el día del eufemismo. Si la reunión del Eurogrupo duró varias horas, fue sin duda para encontrar palabras que le permitieran al ministro de Economía eludir el término rescate, cambiarlo por otro más suave. ¡Que no tengamos que decir una palabra cuando hemos pasado semanas diciendo: “no habrá rescate, España no lo necesita”! Los hombres de negro, que dijo Montoro. Y De Guindos salió e intentó darle a sus palabras un plus de peso, una carga de contundencia. Pero el personal quería a Rajoy, y nos fuimos todos a casa con la frustración de no ver a Mariano, en el día más importante de su mandato, hasta ahora. Este gobierno pide a gritos un vicepresidente económico. Es decir, que se resuelva la pelea entre de Guindos y Montoro. El partido lo va ganando el primero.
10/06/2012.- La aparición de Mariano
Es lo que tiene ser presidente: que sales cuando quieres y dejas al respetable sin argumentos. Hubo unas horas, entre el sábado y el domingo, que la izquierda mediática repetía con entusiasmo que nos habíamos quedado sin presidente. España rescatada y Mariano escondido. La mezcla era demasiado atractiva como para dejarla pasar. Al presidente del gobierno le cayó una granizada de críticas y como diría él mismo, “una ensalada de leches” por pretender ir al partido de la selección sin pasar antes por el trago de explicar el rescate. Así que a media mañana anunció rueda de prensa, se puso el traje de lidiar, y salió a la tribuna para decir que no somos Uganda. Ya. Zapatero nos dijo que no somos Grecia, y hubo algunas dudas. Con Uganda la cosa está más clara. Se vio esa mañana de domingo a un Rajoy duro, más parecido a Chuck Norris, que decía que se iba a fútbol después de haber arreglado la situación. Ojalá. El dinero del rescate da para un par de meses de oxígeno. Luego, volverán los mismos problemas, cuando se trate de devolver el dinero y esos bancos no lo tengan.
11/06/2012.- Emilio, el barrendero
En tiempos de tribulación las buenas noticias son escasas, y los hechos que demuestran que sigue habiendo buena gente, con corazón, con ganas de ponerle a la vida una punta de alegría y buen humor. Por eso, y gracias a la red, Emilio, un barrendero de Fomento de Construcciones y Contratas, se ha hecho famoso. Hoy pasea por los chats de los periódicos, necesitados de poner en sus portadas unos gramos de ternura. Félix pasa cada mañana por la puerta de un colegio del norte de Madrid, y cada día se detiene dos minutos para cantar la melodía de Bob esponja. Que Emilio se haya convertido en un personaje público significa que en los momentos de pobreza, cuando dejamos de ser nuevos ricos, sabemos valorar lo que se hace desde el cariño y el corazón.