Va para los nostálgicos, para aquellos que aún creen en la defensa de los colores de un club, para los que aplauden y gritan a los que consideran sus ídolos ya sean vestidos de blanco, de azulgrana o de rojiblancos: en el futbol de hoy cuentan los ceros, siempre detrás de un número que los da valor. O lo que es lo mismo, pon millones sobre la mesa y el jugador que juraba y perjuraba que estaba en el club de sus amores emprenderá viaje sin retorno en busca de nueva casa futbolística. Y si esa casa es la del “enemigo” mejor que mejor.
Pasó en el pasado y va a ocurrir en el inmediato futuro, con o sin excusa por medio. Vamos que a veces el jugador se marcha de forma directa a quien le paga más y otras hace parada y fonda en otro que es el que va a cobrar y muy bien por sus servicios de “limpieza”. Sólo una cosa podría molestar más a los azulgranas que lo que va a ocurrir con Neymar y el PSG. El duelo del club francés se embolsará una suculenta pila de millones y el jugador brasileño aterrizará en el Madrid batiendo otro record en el mundo de los fichajes. Habrá pitos y gritos cuando Neymar aparezca por Barcelona, de la misma forma que lo sufrieron otros jugadores antes que él, pero dinero es dinero y parece que nunca es suficiente. Florentino presumirá de cartera y de astucia y Bertomeu tendrá que conformarse y conformar a los suyos llevándose a Griezman, que el francés anda como loco por hacer hucha y de rayas a rayas, las azulgranas ponen más ceros en su cuenta corriente que las rojiblancas.
No es nada personal, dirán, tan sólo es cuestión de dinero, del futuro, y en eso tanto el Real Madrid como el Barcelona triplican los presupuestos anuales del “pobre” Atlético.Se terminará la Liga y el Mundial y comenzarán los fichajes para mayor gloria de los representantes e intermediarios. Se necesitan caras nuevas con las que entretener a los socios y traspasos que mantengan el mercado abierto y bien caliente. Unos volverán a cambiar de aíres con sensación de fracaso bien pagado, y otros aspirarán a triunfar entre las estrellas, esas que van y vienen por el firmamento de nuestro futbol dejando estelas de millones en su recorrido.