El acuerdo entre Pere Aragonés (ERC) y Jordi Sánchez, el nuevo líder de Junts, que actúa en nombre de Puigdemont, solo parece tener un objetivo claro, impedir una repetición de unas elecciones en las que, según las encuestas, los independentistas podrían incluso perder la mayoría.
Los dos acuerdos principales de ERC y Junts han sido el reparto de carteras y la conformación de un nuevo órgano consultivo que sustituirá al Consell de la República, que dirigía Puigdemont desde Waterloo, y que llevará el nombre de 'Coordinación, consenso y dirección estratégica'. Integrado por los dos partidos de gobierno, más la CUP, y las asociaciones Omnium y la Asamblea Nacional Catalana.
ERC controlará, aparte de la Presidencia de la Generalitat, seis departamentos: Interior, Feminismo e Igualdad, Educación, Empresa y Trabajo, Cultura y Acción Climática, donde se incluye la agricultura y la alimentación. La más problemática será la de Interior donde en los últimos años se han enfrentado a las difíciles relaciones con los Mossos d”Esquadra.
En los acuerdos firmados entre ERC y la CUP se incluye, por ejemplo, la desaparición de las pelotas de foam que usaba la policía autonómica sustituyendo a las de goma, además de la retirada de las acusaciones particulares de la Generalitat contra los manifestantes independentistas acusados de atentados a la autoridad.
Junts se queda, además de la vicepresidencia para Jordi Sánchez, con Economía, Territorio y Políticas Digitales, Salud, Exteriores, Universidad y Justicia. Son consejerías más estratégicas que las de ERC, ya que en Economía controlarán las ayudas europeas; en Territorio tendrá relación directa con los municipios independentistas, uno de los pilares de Puigdemont; en Salud se mantendrá la privatización de los servicios que la derecha catalana defiende; de Exteriores dependerán las polémicas embajadas catalanas y con Justicia podrán influir en las negociaciones para los indultos prometidos por Pedro Sánchez a los dirigentes del procés.
Punto importante han sido las rebajas realizadas por el dirigente de la CUP, Carles Riera, de no poner por delante los acuerdos firmados con Aragonés, algunos de ellos inaceptables para la derecha catalanista. Los anticapitalistas han primado la lucha por la independencia, como han hecho en ocasiones anteriores, aunque Riera asegura que los dirigentes de ERC le han prometido que mantendrán los objetivos sociales firmados.
Los grandes perdedores políticos han sido los Comunes, cuyos líderes tuvieron durante algunas semanas serias esperanzas de poder entrar en un govern de coalición con ERC
La líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, ha afirmado que acuerdo entre ERC y Junts representa un intento a la desesperada para ganar unos meses al calendario: "Todas sabemos cómo acabará y que forma parte del pasado".
El diputado de los comuns David Cid ha tachado de preocupante que Junts asuma las áreas de Economía, Salud, Asuntos Sociales y Territorio ya que supondrá que el presunto “giro a la izquierda se hará con la mano derecha. Si es así, han cedido en todo", en clara referencia a l acuerdo entre ERC y la CUP.
Por su parte, el ganador de las elecciones, Salvador Illa, ha manifestado que no se abstendrá en la investidura y que tratará de mantener su papel de líder de la oposición, a pesar de la mala experiencia de Inés Arrimadas en la legislatura anterior, cuando tras ganar los comicios, tuvo finalmente que resignarse a ser un cero a la izquierda en el Parlament que finalmente abandonó.
En aquella ocasión, se criticó con dureza a la líder de Ciudadanos por no haber intentado presentar su investidura, pero lo mismo le ha ocurrido al dirigente socialista y su futuro no es tampoco nada halagüeño con una mesa del Congreso donde incluso ya se han vetado preguntas de los diputados socialistas cuando no gustan a los independentistas.