Los votos de la mayoría de los clubs de LaLiga los tenía Javier Tebas. Lo sabían todos. Antes de dar el paso de cerrar la negociación con el fondo CVC había hablado con los responsables. Real Madrid y Barcelona sabían que serían derrotados. Las amenazas judiciales de Florentino Pérez obligan a hacerse dos preguntas. ¿ Habrá perdido el presidente blanco su tradicional baraka empresarial ?. ¿Se puede saber, poder y estar en todo al mismo tiempo?.
Se decía que Hassan II, el que fuera Rey de Marruecos tenía baraka o lo que es lo mismo “tenía la gran suerte de estar protegido por la divinidad” para salir de todos los problemas y conservar y aumentar su poder. Durante años, los que van de 1986 a 2021, Florentino Pérez podía decir lo mismo. Tenía suerte, pero no una suerte cualquiera.
Se trataba de una suerte divina y tal vez fuesen los conocimientos árabes de Emilio Butragueño los que le llevaron a pensar en esa palabra cuando calificó hace años a Florentino Pérez de " ser superior".
El presidente del Real Madrid ha estado a punto de llegar a ese nivel místico del que hablaban tanto Santa Teresa de Jesús como San Juan de la Cruz, un nivel en el que los tres “omnis” que se atribuyen a la divinidad confluyen y se funden en la misma persona: la omnisciencia del que todo lo sabe; la omnipresencia del que está en todos los sitios; y la omnipotencia del que todo lo puede.
Su club encabezó el ranking de los clubs deportivos más ricos del mundo, su presupuesto anual era el más alto del mundo compitiendo codo con codo con el Barcelona, dentro de España, y con el Manchester City y el PSG en Europa, sus jugadores estrellas, con Cristiano Ronaldo a la cabeza, eran los que más cobraban del mundo y los que más ingresos proporcionaban al club, y no había otro que tuviera tantos trofeos y tan importantes como el suyo. Le quedaba tener el mejor estadio del mundo y está a punto de conseguirlo.
Además, fuera del mundo deportivo y dentro de su formación como ingeniero de Caminos, ha conseguido en apenas 35 años, presidir una de las compañías constructoras más importantes del mundo, con " filiales" en Alemania y Australia, además de entrar en la lista Forbes como uno de los 100 hombres más ricos del mundo.
Todo ello, la vida tiene esos giros inesperados, gracias a dos desastres políticos: el que cosechó el Partido Reformista Democrático en las elecciones generales de 1986 y el que cosechó su " padrino político", el notario José Luis Álvarez, en sus aspiraciones a la alcaldía de la capital de España unos años antes . Sin esas dos derrotas políticas Florentino podría haberse convertido tal vez en ministro, pero no en multimillonario.
Dejó el cargo de secretario general del PRD que presidía el liberal Antonio Garrigues y cambió el sumar votos por sumar empresas: diez años después presidía ACS y había convencido a los hermanos March y a los primos Cortina y Alcocer de que era el mejor ejecutivo para la que quería que fuera la mejor empresa constructora del país, rodeado eso si de los inevitables ingenieros de Caminos, Canales y Puertos que estaban de moda en las altas esferas de la economía española.
Desde siempre, lo confirman desde el propio club y ahí están las filtraciones de sus opiniones sobre técnicos y jugadores, esta convencido de que sabe más que nadie de fútbol y que su modelo empresarial puede trasladarse al césped de los cien metros; cree que debe estar en todos los sitios y lo procura y hasta lo consigue con citas de tres comidas al mismo tiempo y siete citas a la misma hora; y no duda de su capacidad para conseguir todo lo que se propone con tan sólo hacer cuentas de lo que ha logrado y de lo que logra con sólo levantar el teléfono.
La Superliga que propuso y aún está sobre la mesa de los proyectos de futuro era un paso más, un quiebro más a su propia historia. No contó con los “daños” que iba a infringir a los dos hombres que llevan las riendas del futbol en España y en Europa. Tal vez la soberbia le puso una venda en los ojos y creyó que el club de los poderosos iba a imponerse al de los burócratas.
Esa es una parte de sus agujeros negros, al margen de su indudable capacidad de liderazgo y su capacidad de acción que le lleva a anunciar su adiós empresarial para meses más tarde “destituir” al que iba a ser su sucesor. De su influencia no hay que dudar ni un instante, tanto a nivel nacional como internacional. El ser doblemente presidente, empresarial y deportivo, capaz de irse, arrepentirse, colocar a sus adversarios en situaciones imposibles y regresar como candidato único a la presidencia del club blanco está más que comprobada.
Conoce muy bien a sus amigos y mejor aún a sus adversarios. Conocía lo bueno y lo malo de Javier Tebas y las necesidades de los 38 clubs de futbol que necesitan el “adelanto financiero” que les ha negociado el presidente de LaLiga.
Conocía y conoce aún mejor a Javier de Jaime y los planteamientos de su fondo de inversión, así como las directrices que le llegan desde Londres. Sabe de sus amigos y de sus enemigos, de su audacia y de su capacidad para negociar. Habilidad les sobra a los tres. Al presidente blancol le sobran los amigos y los conocidos que ansían sentar sus posaderas en el palco de honor del Bernabéu. Creía tener suficiente. No en vano se han sentado desde José María Aznar a Alfredo Pérez Rubalcaba. Allí se cocía y se seguirá haciendo, se habla y se decide una gran parte de lo que ocurre en la España política y económica.
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