Por esa poderosa y soñadora misión escogió Santiago de Compostela para iniciar su particular andadura al revés. Comenzar dónde el apóstol y los peregrinos terminan. Ya tiene a sus cuatro “evangelistas” preparados para que glosen sus méritos y le acompañen en la prédica contra los “fariseos” que quitaron el poder a su partido y llevaron a Pedro Sánchez al palacio de La Moncloa.
Primer escenario junto al compañero y dimitido rival Alberto Núñez Feijóo, el primero de los evangelistas en subirse al escenario de esta representación ambulante que con tanto esmero y dedicación ha montado el fiel secretario general en el que Casado ha convertido a Teodoro García Egea.
Allí, el presidente de la Xunta y martillo de herejes de la izquierda socialista y de la otra cumplió con su papel asignado como Lucas, el discípulo del “ refundador “ del primitivo cristianismo, Pablo de Tarso, ¿ y quién mejor para acompañar a los dos en ese viaje iniciático que el gallego bifronte que es Mariano Rajoy ?. Maestro de los dos, tan astuto en sus silencios como desvergonzado en sus ruedas de prensa en las que, como adelantado a las medidas contra el Covid, utilizó el plasma como el mejor de los refugios ante las preguntas que no quería contestar.
De la capital occidental de la cristiandad raudo viaje a la capital que fuera del Reino de España con el tercer Felipe convertido en el Rey Piadoso que viajó a Valencia para casarse con su prima y con el que comienza la larga decadencia de los Austrias. Cuatro años, de 1601 a 1605, en los que merced a las intrigas del Duque de Lerma por las calles de Valladolid pasearon Miguel de Cervantes, Pedro Góngora y Francisco Quevedo, tan enemigos ellos como los adversarios del Duque. Martes de septiembre para que Alfonso Fernández Mañueco recordara a los tres escribidores y a sus obras, para reencontrarse con la picaresca electoral de estos tiempos y con los movimientos detenidos de su vicepresidente Francisco Igea.
La vieja Castilla tan maltratada y sufridora como la descrita en sus Campos por el Machado que fuese a morir al otro lado de los Pirineos cuando la España del dolor y la rabia ya estaba llena de muertos. Un presidente que hubiese sido virrey que cumplió en texto y forma con lo pactado y que se fundió con el evangelista que le había tocado en suerte, Mateo, del que no sabemos si era angel convertido en hombre u hombre llegado a angel. El menos fiero de todos, al igual que había pasado con sus antecesores en el que fuera Colegio de la Asunción, ciento veinte años entre sus paredes les contemplan.
Hubo cambio de compañía en el mitin/cónclave Madrid, tercero de los destinos, por la ausencia de la presidenta Isabel Díaz Ayuso, que si estará en la “ cumbre de presidentes” en el final del camino. El alcalde Martínez Almeida no ha tenido más remedio este miércoles, 29 de septiembre, de colocarse el manto y las sandalias De Santiago el Menor, pasando de abogado del estado y martillo de herejes en la izquierda madrileña a predicador del futuro.
Tan brillante o más que los cuatro que han pasado a la historia de Occidente - salvo que prefiera el papel de Marción, cuyos textos aparecieron bajo las arenas del desierto egipcio en 1945 y que junto a los de Tomás, Felipe y Simón cambian por completo la imagen oficial de Jesús - quiere ganarse la presidencia del PP en la Comunidad de Madrid, en muy difícil pero posible competencia frente a esa “María Magdalena “ poderosa que reclama un papel principal muy alejado de los estereotipos de siglos pasados y digna sucesora de Esperanza Aguirre y de Cristina Cifuentes. El director de escena, el eficaz García Egea, las ha colocado en papeles secundarios pese a que no hace mucho eran cabeza de cártel y aspiraban a convertirse en protagonistas nacionales.
Para despedir este septiembre de temperaturas dulces y rojos y destructivos volcanes, como si el propio “ Infierno “ de Dante saliera del materno útero de la Tierra para recordarnos que la dialéctica entre el bien y el mal existe, el más “ Pedro “ de los Pedros cristianos trasladado desde la mismísima Sevilla de 1990 a la derecha política española, bajo el desaparecido bigote icónico de José María Aznar, se encargará en Sevilla de mostrarle a Pablo Casado el camino que lleva a La Moncloa, senda que el recorrió tras sufrir la negación de las urnas por dos veces y triunfar a la tercera. Un apoyo y un aviso a su sucesor. Hay “ tiempos líquidos “ como los presentes que prolongan los “ Idus de marzo “ a lo ancho y largo del calendario. El presidente andaluz, Juanma Moreno, consiguió lo inesperado con su llegada al despacho presidencial, cuando todo indicaba que la “ Jezabel “ socialista iba a seguir en el palacio de san Telmo. Gobierno de tres colores y un símbolo, el del león, que es el que acompaña al evangelista Marcos desde hace dos mil años
A las puertas del Reino de Valencia, la “Jerusalén “ de la derecha española gracias a las victorias de Eduardo Zaplana y Francisco Camps, el hoy por hoy único candidato a disputarle - cuando toque - el poder al socialista Pedro Sánchez, el hijo de la murciana tierra, don Teodoro, decidió que estaría mucho mejor celebrar el quinto episodio de la errante Convención en la ciudad de Cartagena y no en la capital murciana. En ésta última el alcalde José Antonio Serrano era producto de la desastrosa moción de censura que debía expulsar de la presidencia regional al popular Fernando López Miras, mientras que en la levantisca y naval “patria” de los cartagineses su compañera de partido, Noelia Arroyo , era la mejor de las anfitrionas posibles desde que el pasado 31 de junio se hizo con la vara de mando. López Miras, el más joven de los cuatro, tenía reservada una auténtica joya de la interpretación, ese papel que ayuda a las jóvenes promesas a convertirse en solventes intérpretes de papeles difíciles. Por ejemplo el del discípulo Juan, también escribidor del “Mesías” verdadero, con el águila como símbolo de hasta dónde está dispuesto a volar si la ambición no le abandona y la hoy oposición se lo permite.
Fin de la larga caminata por las tierras y entre las gentes ( de derechas ) de España. No habrá palmas, ni borriquitos, ni tendrán que ir a un cenáculo para hablar del futuro. Tampoco encontrarán a un Leonardo da Vinci que les inmortalice para siempre, sentados a la mesa, sobre el yeso policromado del monasterio dominico de Santa María delle Grazie, en Milan, mientras a su alrededor las intrigas, guerras y las ambiciones de los poderosos bañaban de sangre, como era de rigor, los campos de Italia, con un Fernando el Católico agazapado y dispuesto a sacar provecho de la eterna rivalidad entre los Sforza y los Médici, entre Milán y Florencia. Si alguien encarna al duque Ludovico Sforza en este territorio valenciano que fue capaz de dar dos Papas a la Iglesia, éste es hoy el socialista Ximo Puig, presidente de la Generalitat, un habilidoso y contumaz seguidor de una de esas “sentencias” que acompañan a su antiguo oficio de periodista: “ no dejes que la verdad te estropee una buena historia “.
Toda buena historia bíblica para un buen católico, y Pablo Casado lo es, tiene dos nombres para el fin de semana que encajan como un guante para el presidente del Partido Popular en estos dos y tres de octubre de 2021: sábado de Resurrección, tras vivir en un sin vivir desde que asaltara los cielos de la derecha española, saltando sobre los garrotazos que se dieron las dos mujeres que eran el brazo derecho y el brazo izquierdo de Mariano Rajoy para manejar su doble poder, el del Gobierno de lNación y el del interno del partido. Y domingo de Gloria, con sus cuatro y modernos evangelistas acompañándole, al igual que la ansiada, esperada, luciferina y bella “ María Magdalena “ , ya reconvertida en Isabel Díaz Ayuso, quien recién llegada de las tierras que el fraile dominico Galiano Fiamma hizo constar en su “Crónica universalis “, allá por el año 1340, como “ Marckalada “ trasladará la sonrisa que envuelva su ovalado rostro, como si de una “madonna” renacentista se tratara, hacia su amigo, compañero y presidente para que la ovación sea compartida.
Si se siente torero, como debió sentirse Francisco Arjona, “ Cuchares “ el 21, 22 y 23 de junio de 1859 en esa misma plaza de toros de Valencia, matando ocho toros cada tarde, tal y como aseguran las crónicas de la Fiesta, puede brindar a los suyos ese papel que ya se ha adjudicado de líder de la nueva derecha europea; y de paso atreverse a lidiar en los próximos meses con los 24 morlacos astifinos que le esperan desde el nacionalismo a toda la izquierda, con algún que otro “ berrendo”que lleva en el lomo el mismo hierro que hacen ondear al viento las banderolas de su partido.
Con suerte, prudencia y hábil negociación, para compensar el contragolpe que Ayuso le ha dado al Papa Francisco por sus declaraciones sobre los pecados de la Iglesia durante la Conquista de América, con una petición al cardenal Antonio Cañizares para que las campanas de la catedral del Santo Cáliz resuenen este domingo en toda la ciudad.