La ex directora de “Integridad Cívica” de Facebook, Frances Haugen, ha acusado a su antigua compañía de haber dejado campar a sus anchas por la red social a los instigadores del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, al anular las medidas correctoras para ganar más dinero en detrimento de la seguridad.
La denunciante dijo que los ejecutivos relajaron las medidas que habían impuesto para controlar la desinformación en el período previo a las elecciones de noviembre pasado. "Básicamente dijeron: 'Oh, bien, pasamos las elecciones, no hubo disturbios'", dijo al programa de CBS 60 Minutes. "Un par de meses después, llegamos a la insurrección".
La especialista en datos, contratada por Facebook para trabajar en desinformación y posibles amenazas a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, optó por abandonar la empresa enfadada por la decisión de los directivos de disolver la sección de “Integridad Cívica”, y copió en secreto decenas de miles de documentos internos y los filtró después de concluir que la plataforma era culpable de una “traición a la democracia”.
Los documentos internos de Facebook filtrados a 'The Wall Street Journal' confirmaron, entre otras cosas, que el fundador de la compañía, Mark Zuckerberg, era consciente de que Instagram era una red tóxica para los adolescentes. El Congreso de los Estados Unidos le ha llamado para que declare en relación con la compañía que además de Facebook e Instagram tiene Whatsapps, la red de chats más importantes del mundo.
Frances Haugen, que también ha pasado por gigantes como Google y Pinterest, explicó ante los micrófonos de la CBS que Facebook era “sustancialmente peor que todo lo que había visto antes” y que “Facebook ha demostrado una y otra vez que prefiere las ganancias a la seguridad, pagando sus ganancias con nuestra seguridad», dijo la ex empleada que defiende las redes sociales pero bajo control..
“Facebook está engañando al público sobre sus esfuerzos para combatir el discurso de odio, la violencia y la desinformación en la red”, dijo al entrevistador Scott Pelley., ya que según ella, Facebook sabe que “es más fácil atraer a la gente a la ira que a otras emociones”, ya que este estilo de comentario genera más reacciones, y hace que “las personas pasen más tiempo en el sitio y hagan clic en los anuncios”..
“La compañía miente cuando dice que ha hecho avances significativos sobre desinformación u odio», explicó Haugen ya que en uno de los documentos filtrados a The Wall Street se constata que el contenido que Facebook elimina es prácticamente nulo. «Facebook gana más dinero cuando tú consumes más contenido Y a cuanta más rabia estás expuesta, más interactúas, más consumes”, insistió.
Los documentos también muestran como Factbook trata de manera diferente a las celebridades, políticos y usuarios de Facebook de alto perfil.
En relación al escándalo de Cambridge Analytica, un estudio que demostraba que Instagram era una red mala para los jóvenes, los documentos filtrados revelan también directivos de la empresa protestaron porque el pago de 5.000 millones de dólares pagados por Facebook a la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos para el caso fue tan alto porque fue diseñado para proteger al fundador Mark Zuckerberg.
Según los documentos publicados por The Wall Street Journal, el 32% de las adolescentes encuestadas dijeron que cuando se sentían mal con su cuerpo, Instagram las hacía sentir peor.
Haugen testificará ante un subcomité del Senado de Estados Unidos en una audiencia titulada “Protegiendo a los niños en línea”, relacionada con la investigación de la compañía sobre el efecto de Instagram en la salud mental de los usuarios jóvenes.
Antigone Davis, la directora global de seguridad de Facebook, ya testificó ante una Comsión del Senado afirmando que las filtraciones eran engañosas porque no contaban el impacto positivo que tuvo la plataforma en los adolescentes.
El vicepresidente de Asuntos Globales de la plataforma, el ex íder de los liberales británicos, Nick Clegg, afirmó a la CNN que era ridículo sugerir que Facebook era responsable de los disturbios del Capitolio y que creía que la acusación era un intento de darle a “la gente un falso consuelo al asumir que debe haber una explicación tecnológica o técnica para los problemas de polarización política en Estados Unidos”.