Los agricultores madrileños no entienden por qué la presidenta de la Comunidad de Madrid que tanto protesta contra las medidas del Gobierno de Pedro Sánchez no se opone a la aplicación del nuevo PAC (Política Agrícola Común de la UE) que reduce las ayudas a los pequeños campesinos en beneficio de los terratenientes.
Y lo que es más curioso, han sido dos eurodiputadas del PSOE –partido que ha aplicado la nueva PAC- las que han invitado a la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Comunidad de Madrid (UPA Madrid) para “informarse de primera mano sobre la última reforma de la Política Agraria Común (PAC)”, ante la negativa del gobierno madrileño de pronunciarse contra las nuevas medidas.
Clara Aguilera, vicepresidenta de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural en el Parlamento europeo, y la eurodiputada Mónica Silva, han sido las encargadas de recibir en Bruselas a los representantes de los agricultores madrileños, aunque ninguna de las dos se ha manifestado contra este punto de la reforma de la PAC, que ha puesto en marcha el ministro de Agricultura de su partido, Luis Planas. Cosas de la política.
“El silencio de la Comunidad de Madrid sobre su posición ante la PAC incomoda en el campo”, explican desde UPA Madrid, que viene intentado inútilmente desde que entro en vigor el nuevo reparto de ayudas que la Consejería de Medio Ambiente y Agricultura del Gobierno madrileño se pronunciase contra el nuevo PAC.
El Consejo de Ministros de Sánchez aprobó el pasado 26 de enero el Real Decreto que define la aplicación de la PAC para el bienio 2021-2022. Hasta ahora, las ayudas se otorgaban en función de unos derechos específicos establecidos por actividad y región productiva concreta. Sin embargo, la nueva normativa prevé una convergencia que equipare los valores de los derechos a fin de que se aproximen a valores unitarios medios. Así, el importe de la subvención queda supeditado al número de hectáreas de las que disponga el productor.
Desde la Unión de Ganaderos, Agricultores y Silvicultores de la Comunidad de Madrid (Ugama) denunciaron que "minifundios y latifundios tendrán que competir en igualdad de condiciones". En consecuencia, los pequeños negocios agrarios familiares, "que evitan que se vacíen los pueblos", se convertirán en los grandes afectados. En concreto, el sector lácteo y la ganadería de montaña, vinculados a una menor extensión de terreno, se enfrentan a una importante merma en las ayudas.
Con el nuevo reparto habrá explotaciones ganaderas activas que perderán más del 50 por ciento de su bolsa PAC, mientras que “los agricultores de sofá y grandes perceptores pueden incluso aumentar sus ingresos", se lamentan los pequeños agricultores..
La reforma solo beneficiará a grandes terratenientes como bancos, que cuentan con grandes fincas embargadas, o incluso el propio Gobierno regional, que se embolsa más de seis millones de euros por las parcelas públicas. "Por contra, le van a quitar ayudas a productores de leche que se levantan a las 5 de la mañana y a las 10 de la noche siguen trabajando", señalaba Alberto Berrocal, presidente de Ugama.